Al estilo ya no de “soldado del Partido Revolucionario Institucional”, sino de “coronel del Partido Acción Nacional”, Televisa, la empresa de abusos mediáticos, con su constante golpismo antidemocrático y antirrepublicano, arremete amenazante contra Carmen Aristegui.
Compañera del duopolio televisivo que se ensaña, por su “universalismo” de creyente en el sacrosanto mercado libre, que no existe en ninguna parte del capitalismo mundial, salvo en la teoría de Adam Smith (con sus asegunes previstos por éste), Televisa busca desinformar a la opinión pública atenta a otro escándalo de la empresa que hace alarde de sus “sociedades y alianzas… con estricto apego a la legalidad”, como cínicamente publicó en varios desplegados, para censurar la tarea informativa, veraz y contrastada que realiza la periodista.
Le molesta a Televisa que Carmen Aristegui entreviste a actores del escenario público, llevándole la cuenta de si han sido dos o tres veces; pero cuando Televisa se propone, obsesiva e impunemente, atacar a un ciudadano y/o abusar de su poder, contra una institución, el Estado, el gobierno y la sociedad en lo individual o lo colectivo (ya vienen las acciones colectivas, que podrán ejercerse contra la programación perversa de Televisa), lo hace a la luz de toda ilegalidad.
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Compañera del duopolio televisivo que se ensaña, por su “universalismo” de creyente en el sacrosanto mercado libre, que no existe en ninguna parte del capitalismo mundial, salvo en la teoría de Adam Smith (con sus asegunes previstos por éste), Televisa busca desinformar a la opinión pública atenta a otro escándalo de la empresa que hace alarde de sus “sociedades y alianzas… con estricto apego a la legalidad”, como cínicamente publicó en varios desplegados, para censurar la tarea informativa, veraz y contrastada que realiza la periodista.
Le molesta a Televisa que Carmen Aristegui entreviste a actores del escenario público, llevándole la cuenta de si han sido dos o tres veces; pero cuando Televisa se propone, obsesiva e impunemente, atacar a un ciudadano y/o abusar de su poder, contra una institución, el Estado, el gobierno y la sociedad en lo individual o lo colectivo (ya vienen las acciones colectivas, que podrán ejercerse contra la programación perversa de Televisa), lo hace a la luz de toda ilegalidad.