A eso de las 15:15 hs estando en el restaurante de mariscos "El Pescador" ubicado en Himno Nacional en compañía de mi familia irrumpieron un pelotón de soldados con pasamontañas, arma al frente, dedo en el gatillo, desparramándose por toda el área del sitio mencionado. En la calle se veían dos tanquetas en posición de ataque.
Ante la mirada atónita de quienes estábamos en el lugar, al moverse estos elementos pasaba una y otra vez el cañón de sus metralletas frente a nuestros rostros, Todos preguntándonos mentalmente ¿a que hora empieza el tiroteo y contra quién van a disparar?, ¿nos van a tirar al piso?, ¿nos van a esculcar?, en el lugar no había señales de gánsteres, altos funcionarios de gobierno del estado ni federal, ni capos ni nada parecido.
Y es que el miedo no anda en burro, pero luego de leer lo que ha pasado en Cd Juárez, Monterrey, Acapulco, Morelia, etc, etc, cualquiera al verse en situación similar, por muy fuerte que sea "se le arruga el cuero y le tiemblan las piernas"
Se metieron literalmente "hasta la cocina, a los privados, a los baños, en fín hurgaron cada rincón del lugar mientras nuestro temor se hacía cada vez mayor ya que pasaban una y otra vez sin decir nada, sin preguntar por nadie, sin dar ni pedir identificación alguna, nada en específico.
Sorpresivamente bajo un susurro de "no se muevan cabrones" dirigido a la mesa a mi derecha que me caló los huesos, se abalanzaron sobre tres jóvenes de aspecto pacífico que a la vista vestían muy normal, nada estrafalarios, y así, sin decir nada a nadie "los levantaron" (algo parecido a secuestro, bueno, me imagino que así se hacen) los bolsearon, esposaron y se los llevaron. Así nomas, sin decir nada, ignorando por completo a los presentes, que quedamos petrificados.
Todos los presentes quedamos preguntándonos ¿quienes son ésos jóvenes?, ¿a quién se le informa de su detención?, ¿porqué?, ¿que hicieron?, ¿de que se les acusa? preguntas que nadie escucha y nadie contestará, porque sabemos que el ejército no informa, "nomás ejecuta ordenes"
Ahora sé lo que es el coktail del espanto y el terror mezclado con (ya pasado el susto) la impotencia al ver en toda su plenitud la prepotencia, impunidad, ilegalidad e inconstitucionalidad con que actúan las fuerzas militares que solto a las calles el espurio calderón.