Comienza, pues, otra etapa de un litigio de largo aliento. Destacan en él 24 aguerridos electricistas en extenuante huelga de hambre en el Zócalo desde hace 75 días.
Eduardo Ibarra Aguirre
De manera unánime, 11 de los 10 ministros que integran la Suprema Corte de Justicia de la Nación –Olga Sánchez Cordero se ausentó por una comisión de trabajo--, avalaron la constitucionalidad del decreto presidencial con que se ordenó en octubre de 2009, la extinción de Luz y Fuerza del Centro.
La decisión de la Suprema (Corta, para sus más acérrimos críticos que son demasiados) y que fue tomada en tres horas y 25 minutos, prácticamente sin discusión y sin respetar los procedimientos informativos que acostumbran en asuntos harto trascendentes, juzgó que la acción de Felipe (del Sagrado Corazón) de Jesús Calderón Hinojosa no violentó el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo porque el decreto “no está orientado a extinguir al sindicato ni a la afectación de los derechos sindicales”, sino que el objetivo es liquidar a LFC por considerar que “ya no resultaba conveniente para la economía nacional”.
Una primera interpretación que está en boca de diversos actores políticos y sociales consiste en que se sienta un lamentable y peligroso precedente judicial para que el titular del Ejecutivo federal pueda decretar la extinción de empresas paraestatales tan decisivas para el presente y el futuro de la nación, como Petróleos Mexicanos, sin mediar consulta alguna con el Congreso de la Unión y proceda de manera unilateral, como lo hizo con Luz y Fuerza del Centro.
Sin embargo, al ratificar los ministros los derechos de los trabajadores y del sindicato de representar sus intereses ante “todas las autoridades”, a juicio de Martín Esparza Flores dejaron “abierta la puerta legal al Sindicato Mexicano de Electricistas para que demande a la Comisión Federal de Electricidad la reinstalación de los trabajadores no liquidados” y que en el caso de los que presentaron amparo en contra de la decisión de Calderón Hinojosa suman 29 mil 889. La Empresa de clase mundial, por cierto, mantiene los apagones a la orden del día en el centro de la República y el lunes 5 dejó sin energía eléctrica durante nueve horas a una amplia zona de la industriosa delegación Iztacalco del Distrito Federal, donde se ubica la oficina de Forum yForumenlinea.
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La decisión de la Suprema (Corta, para sus más acérrimos críticos que son demasiados) y que fue tomada en tres horas y 25 minutos, prácticamente sin discusión y sin respetar los procedimientos informativos que acostumbran en asuntos harto trascendentes, juzgó que la acción de Felipe (del Sagrado Corazón) de Jesús Calderón Hinojosa no violentó el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo porque el decreto “no está orientado a extinguir al sindicato ni a la afectación de los derechos sindicales”, sino que el objetivo es liquidar a LFC por considerar que “ya no resultaba conveniente para la economía nacional”.
Una primera interpretación que está en boca de diversos actores políticos y sociales consiste en que se sienta un lamentable y peligroso precedente judicial para que el titular del Ejecutivo federal pueda decretar la extinción de empresas paraestatales tan decisivas para el presente y el futuro de la nación, como Petróleos Mexicanos, sin mediar consulta alguna con el Congreso de la Unión y proceda de manera unilateral, como lo hizo con Luz y Fuerza del Centro.
Sin embargo, al ratificar los ministros los derechos de los trabajadores y del sindicato de representar sus intereses ante “todas las autoridades”, a juicio de Martín Esparza Flores dejaron “abierta la puerta legal al Sindicato Mexicano de Electricistas para que demande a la Comisión Federal de Electricidad la reinstalación de los trabajadores no liquidados” y que en el caso de los que presentaron amparo en contra de la decisión de Calderón Hinojosa suman 29 mil 889. La Empresa de clase mundial, por cierto, mantiene los apagones a la orden del día en el centro de la República y el lunes 5 dejó sin energía eléctrica durante nueve horas a una amplia zona de la industriosa delegación Iztacalco del Distrito Federal, donde se ubica la oficina de Forum yForumenlinea.