domingo, 7 de noviembre de 2010

Pedro Miguel en el círculo de estudios de la Casa de Cultura Jaime Sabines


El viernes estuvo Pedro Miguel en el círculo de estudios de la Casa de Cultura Jaime Sabines, para hacer un recuento de México en los últimos 100 años.
Pedro Miguel comentó sobre los gobiernos priístas postrevolucionarios y sobre los gobiernos panistas, de los ultimos diez años. Al preguntar ¿qué se logró con la Revolución Mexicana? el periodista de la columna Navegaciones, en La Jornada. hizo un completo balance en cuanto al reparto de tierras, la distribución de la riqueza, la construcción del Estado, la política laboral y el crecimiento industrial, entre otros aspectos. Pedro Miguel concluyó que desde 1988 en que el régimen impuso el neoliberalismo, a través de fraudes y represión, las condiciones de la población han empeorado en todos los rubros. De facto se han cancelado los derechos ganados en la Revolución Mexicana. Los artículos fundamentales de la Constitución son letra muerta. El Estado sufre un continuo proceso de desmantelamiento. No hay crecimiento económico y con ello, no hay empleo, ni beneficios para la sociedad. No tenemos industria y el campo está destrozado. Y en materia electoral, los institutos políticos están al servicio de la mafia que se ha apoderado de la Nación. La corrupción ha permeado en todos los ámbitos. El crimen organizado ha alcanzado niveles nunca vistos y la violencia y la inseguridad aumentan día a día. En un panorama de verdadero desastre nacional es urgente parar el baño de sangre en que está sumergido el país. Es urgente conocer y difundir los derechos fundamentales que nos otorga la Constitución, para poder defenderlos, ya que ante el caos, el gobierno usurpador solo pretende seguir concretando las reformas estructurales, con lo que perderíamos hasta las leyes que hasta hoy contiene la Constitución.
Vivimos momentos críticos. Ante la gravedad de la situación nacional, Pedro Miguel propuso tomar las leyes de la Constitución para emprender el viaje que nos permita recuperar al país.