domingo, 20 de noviembre de 2011

Indignados en el corazón financiero de México

Por: Erika Ramírez
(11/11/2011)
(Revista Contralínea)

Profesionistas, hombres y mujeres jóvenes, desempleados, trabajadores, estudiantes permanecen apostados frente a la Bolsa Mexicana de Valores desde el 20 de octubre pasado. Tiendas de campaña, anafres, libros, alimentos enlatados, propaganda y pancartas de resistencia son el panorama que día a día observan los corredores de bolsa y funcionarios que operan las acciones de los hombres más ricos de México y del mundo. Ellos, los de la calle, son los Indignados ante el sistema económico, el desempleo, la desigualdad y la pobreza.

“Hay que arrancar el problema de raíz y cambiar el gobierno de nuestro país”, suena como música de ambiente en la “acampada”, asentada frente al edificio de Reforma 255.

“Gente que vive en la pobreza y nadie hace nada porque a nadie le interesa…”, sigue la rola del grupo Molotov a todo volumen. Ahí, de cara al Centro Bursátil de México, donde se han instalado unas 25 tiendas de acampar, ocupadas por profesionistas, estudiantes, mujeres y hombres indignados. El objetivo: demostrar su inconformidad ante un sistema que ha incrementado la desigualdad social y económica en el país y el mundo.

En los últimos días de octubre el frío cala hasta los huesos. El rayo del sol quema a los primeros minutos de exposición. La piel se reseca. La gente transita, mira hacia el piso, se detiene a leer la primera cartulina que aparece al paso: “Nos indigna la situación, pero nos duele más tu indiferencia”. Continúan. Una segunda aparece pegada al piso con una cinta negra: “¿Te conformas con caminar o quieres dejar huella?”. Los transeúntes cautivos levantan la mirada: “Mayor presupuesto a la educación”. Todo se ha llenado de pancartas, reclamos y resistencia, justo delante de la construcción cosmopolita que alberga a la Bolsa Mexicana de Valores.

Son alrededor de 200 personas las que conforman este movimiento. Van y vienen de atender sus trabajos, hogares, estudios, según se los permita el tiempo. En permanencia constante hay unos 30 Indignados, todos los días. Hacen guardias, se distribuyen las responsabilidades: preparar alimentos, organizar asambleas informativas, recabar recursos e informar a la gente en universidades, plazas, calles, transporte público. La idea, dicen, es poner un granito de arena para que el país mejore. “Una utopía”, comenta Aurora, mientras limpia las lentejas que formarán parte de la dieta del día.

Mientras, en el corazón financiero suben y bajan las acciones de 136 “empresas emisoras”. En este búnker de cristal cotizan las firmas más importantes de México: Televisa, Grupo Carso, Bimbo, Cemex, Vitro, Minsa, Maseca, Kimber, entre otras. El dólar aumenta en centavos. Afuera, se enciende un anafre, inicia la jornada en la “cocina” de los Indignados.


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