La periodista Marcela Turati recorrió las áreas de servicio de la llamada Procuraduría Social de Atención a Víctimas del Delito y encontró que existen diversas críticas y quejas de las personas que acuden a esta instancia a solicitar ayuda.
Usuarios de este servicio del Movimiento por la Paz con Justicia dijeron a la periodista de la revista Proceso que el personal de la institución “tiene buena voluntad, pero no hace nada. Son buenas personas, pero los mandaron a la guerra sin fusil”, señaló Turati en entrevista para la primera Emisión de Noticias MVS.
Otros, en cambio, señalaron que fueron reportar desapariciones y les dieron cita hasta seis meses después. A algunos de ellos, los hacen desistirse de sus abogados o firmar formatos con la leyenda de que sus familiares desaparecidos son “ilocalizables”, lo que más adelante les resulta contraproducente.
Después de revisar la lista de personal de Provictima, Marcela Turati encontró que hay personal castrense en áreas estratégicas. Por ejemplo, todas las llamadas telefónicas pasan por “un marino” y las solicitudes de ayuda por “un militar”.
O personal de presidencia, como Lilia Valdés, quien perdió el expediente de víctimas de Michoacán y a mujeres que reportaron la desaparición de sus esposos les dijo que aprendieran un oficio y”se pusieran a trabajar, porque nadie las iba a mantener”, citó la periodista.
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