Dr. Juventino V. Castro y Castro
En el periódico Reforma del sábado 24 aparece un artículo de Jaime Sánchez Susarrey, a quien no tengo el gusto de conocer –aunque él sí muestra el disgusto de conocer de mí–, que denomina: “Barbaridades…” aunque en el texto aclara que el título completo es: “Barbaridades, mitos y falsedades”, y en el cual, inusitadamente para mí, se refiere a algunas afirmaciones que hice durante mi asistencia al Senado de la República para expresar conceptos (todos de muy buena fe) sobre lo que se ha dado en llamar la “reforma energética”.
De inicio dice una verdad e incurre en una confusión. La verdad es que sí soy un anciano (estoy próximo a cumplir los 90 años), pero invierte el articulista sus apreciaciones sobre mis ubicaciones. Sí soy juarista (me confieso profundamente juarista), pero no jurista, ya que este término lo reservo para especialistas en derecho con una alta calidad de excelencia, de la cual carezco infortunadamente.
¡Ah! No soy asesor de don Andrés Manuel López Obrador. Lo fui, por gentil invitación que me hizo durante la campaña presidencial. Tengo mucho tiempo de no hablar con él. Lo extraño. No pertenezco a partido alguno; creo que los partidos políticos –tal como actualmente están estructurados en México– limitan al ciudadano al imponerles únicos candidatos a votar. Mi ponencia ante el Senado es mía. Bastaría con comprobar los innumerables errores que contiene.
Leer Nota AQUI