miércoles, 2 de julio de 2008

El periquiello Sarmiento

Enrique Valdivia

Un año más

Un mundo de voces marchando y gritando con todo el poder de sus pechos “No al Pinche Fraude”, “Voto por Voto” y “no estas solo” siguen acompañando a un hombre y con el un movimiento por un proyecto alternativo de nación.

En los editoriales y voceros de medios del sistema no vemos más que la burla y el ataque contra millones que votaron por aquél político tabasqueño que movilizo corazones y formo esperanza en aquellos que vivían en un México sin ella. “No existió tal fraude solo grandes irregularidades, pero todo legal”; “aquí solo vemos un grupo de personas que esta dolida porque perdieron la elección presidencial”; y todo esto es solo una pequeña muestra de todo el odio que se vertió a través de la campaña sucia de Felipe Calderón, el PAN y los empresarios de la mano de Dick Morris y Antonio Solá. El famoso peligro para México “perdió” la elección y ahora lo vemos en cada uno de los municipios del país difundiendo las prebendas en PEMEX y la discrecionalidad del poder de Felipe.

Mientras Solá se atribuye como representante comercial del pueblo de México, Calderón a un año sigue llamando a su guerra contra el Narco un logro más de su administración, sin embargo también lo es la militarización y las muertes que esta ha provocado. A un años del fraude electoral ha corrido más sangre de la que le imputaban a López Obrador si llegaba a la presidencia o si cambiaba de estrategia ante el robo de la elección presidencial.

Hace unos días se volvió a llenar el Zócalo capitalino y en el solo rodean los mismos rostros: Gente con esperanza, con fe y con una sonrisa para el que piensa como él, para el otro que también defiende el petróleo. Esa plancha se convierte en un imán que expande la alegría de aquellos que no se encuentran en el DF y que regresan a sus localidades con una esperanza y una palabra en la boca: no nos rendiremos.

Ya dos años de aquél penoso y lamentable incidente que ha beneficiado a los contratos de Mouriño y otros prominentes panistas miembros de ese nuevo paradigma político que tan feliz pone a Germán Martínez. Una historia que no termina: la corrupción. Después del desprestigio de las instituciones y la carcasa de ellas se sostiene mediante costosas campañas mediáticas se demuestra la ilegitimidad de un sujeto que ahora se atreve a dejar a la nación sin un sustento importantísimo para la economía: El petróleo.

A dos años seguimos viviendo en los medios la división social, el cazar cabezas políticas y olvidarse de las políticas públicas que permitan un mejor reparto de la riqueza. 39 familias tienen el 16% del PIB. El otro 84% dudo que se encuentre repartido entre 110 millones de mexicanos.

A dos años del fraude, como bien lo dijo Andrés Manuel en la mañana, seguimos viviendo la pena de no tener funcionarios públicos que atiendan las necesidades de la nación y estén llenando sus chequeras en bancos extranjeros.

El movimiento no se detiene. Esto que ha surgido buscando crear una conciencia colectiva, un movimiento de reivindicación popular de aquellas muchas más injusticias por las cuales los “periodistas” no se rasgan las vestiduras. Oaxaca, Chiapas, Guerrero e incluso estados como Nuevo León y en todo el país, México se ha convertido en una zona de guerra. Guerra que esperamos no se convierta en un nuevo pensamiento único y sea expresión de las diversas ideologías que alimentan al país.

druidaenresistencia@gmail.com