El Correo Ilustrado
Carta abierta: Licenciado Francisco Labastida Ochoa, estoy sorprendido por la actitud de los legisladores del Partido Acción Nacional y del trato del que fui objeto durante mi participación en el foro del jueves 10 de julio. Se me descalificó y se me trató con todo tipo de calificativos ofensivos. ¿Para qué extender una invitación a personalidades del medio profesional y académico a participar en los foros sobre la reforma energética, si no se está dispuesto a escuchar opiniones distintas a las propias?
Podrá haber puntos de vista polémicos, pero de ninguna manera se justifica denigrar a las personas. El titular del Poder Ejecutivo federal se queja porque en los foros no se analizan los aspectos técnicos de sus iniciativas, pero cuando algún invitado lo hace y sus conclusiones no coinciden con la postura oficial, los representantes del partido en el poder saltan de sus asientos, se rasgan las vestiduras, descalifican al ponente y lo ofenden. Esa intolerancia refleja inmadurez, ausencia de profesionalismo, falta de ética política y la desesperación de aquellos que no pueden defender con argumentos sólidos la propuesta del gobierno federal.
También refleja escaso conocimiento de la naturaleza y alcances de dicha propuesta, así como carencia de voluntad para estudiar y analizar con rigor y profundidad el tema. Es lamentable porque lo que está en juego es la industria petrolera, uno de los pilares de la economía, elemento clave en el proyecto de país y baluarte de nuestra soberanía. Afortunadamente, en el recinto había legisladores dispuestos a escuchar y reflexionar serenamente. Sin otro particular y poniendo a su disposición una serie de documentos de análisis sobre los contratos de Pemex, reciba usted un cordial saludo.
Doctor Víctor Rodríguez Padilla, profesor e investigador de la UNAM
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