Carlos Fernández-Vega
■PRI: cinismo de colección
■ En 25 minutos cambia sus “principios” y avala inversión privada en Pemex
l cinismo de la cúpula priísta es de colección. Si la “propuesta energética” que armó la mafia que dirige ese partido no coincide, o de plano abiertamente viola la “declaración de principios” del tricolor, la solución es facilísima: ésta se modifica, y si es en 25 minutos, ¡qué mejor! Total, para ellos, los “principios” son como los calzoncillos: se suben o bajan a conveniencia.
En mayo pasado, al arrancar el foro senatorial para debatir la reforma energética (la de Pemex, en realidad), la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, suscribió “la imposibilidad” de que su partido se pronunciara en favor de “la participación –abierta o encubierta– de capital privado en sectores básicos” (léase estratégicos) constitucionalmente reservados al Estado, como el petrolero. Y la tlaxcalteca subrayó no sólo la vigencia sino la claridad de la declaración de principios del tricolor en esta materia. “El PRI –dijo– tiene una posición histórica respecto de la cuestión energética. Somos la corriente política que acompañó al general Lázaro Cárdenas en la nacionalización como partido de la Revolución Mexicana… Durante muchos años, gobiernos priístas resistieron embates que pretendían la privatización de Pemex con diversas argumentaciones. El deseo de que los recursos del subsuelo pudiera privatizarse, es una constante que viene de varios lustros atrás y ha sido el priísmo, sin manipulaciones ni estridencias, sin usos electoreros ni oportunismos el que evitó el que esas intenciones prosperaran, por convicción, por la visión que tenemos sobre el estado mexicano y por racionalidad económica. Lo recalco: ni reforma al artículo 27, ni privatización abierta o disimulada de la industria petrolera nacional, el petróleo le pertenece y le seguirá perteneciendo a la nación y al pueblo de México.”.
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