■ Intelectuales defienden la iniciativa del FAP
Como integrante del grupo plural conformado por intelectuales, expertos y académicos que elaboraron la propuesta de reforma energética del Frente Amplio Progresista (FAP), el embajador Jorge Eduardo Navarrete informó ayer que el objetivo fundamental del documento entregado al Senado fue “asegurarnos de que no haya nuevos pasos hacia la desnacionalización, la privatización del petróleo”.
En tanto, Javier Jiménez Espriú, otro de los integrantes de ese grupo, manifestó durante una reunión con integrantes de la Brigada Rojinegra número 16 del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, que “son opuestos al desmembramiento de la paraestatal” y a su privatización, así sea parcial, y expresó la oposición “tajante” hacia las iniciativas de reforma presentadas por el jefe del Ejecutivo y el PRI.
Reunido en un restaurante del centro de la ciudad de México, se pronunció por defender la propuesta del FAP con “apoyo nacional, porque la que envió el Presidente (de la República) tiene un gran apoyo internacional”.
A su vez, el embajador Navarrete se pronunció por estar preparados para evitar “que se nos sorprenda” con la aprobación de una reforma que lesione el interés nacional”.
“Inexplicables omisiones”
Jiménez Espriú consideró que las iniciativas presidenciales contienen “muchas e inexplicables omisiones”, además de manifestar que “la administración federal tergiversa, miente, engaña”, pues pronuncia discursos contrarios a lo que su proyecto de reforma contiene.
“Dice no cambiar la Constitución, pero su propuesta la transgrede; dice fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex), pero su iniciativa lo hace renunciar a su capacidad operativa y a su crecimiento; dice no privatizarlo, pero su proyecto cede a la iniciativa privada participaciones, instalaciones y mercados, condenándonos a la abstinencia de la ciencia y la tecnología.
“Dice buscar la transparencia y combatir la corrupción, pero plantea procedimientos laxos, inciertos, confidenciales, opacos y discrecionales”. También que no hay contratos de riesgo, “pero propone contratos incentivados sin acotamiento alguno”.
Por todo ello “considero que la propuesta de reforma (del Ejecutivo) es insuficiente en el análisis económico, discutible desde el punto de vista técnico, inconsistente en el aspecto legal, ignorante de contenido histórico y ayuna de sensibilidad política”.
El ex subdirector comercial de la paraestatal al presentar, previo acuerdo con el embajador Navarrete, un resumen de la iniciativa del FAP que se remitió al Senado, sostuvo que ciertamente Pemex está técnicamente quebrado, pero “es verdad que no se exterioriza, porque se opone a los intereses de quienes pretenden abrir la industria a la iniciativa privada”.
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