Es superado por la crisis y las malas perspectivas económicas del país, por lo que muestra cada vez más signos autoritarios / La detención de los jóvenes es un grave signo de la desesperación en que se encuentra Felipe Calderón / En un hecho agraviante para el régimen de libertades democrática
Jorge Carrasco Araizaga
MÉXICO, D.F., 3 de octubre (APRO).- Superado no sólo por la crisis de inseguridad, sino por las malas perspectivas económicas del país, Felipe Calderón muestra cada vez más síntomas autoritarios.
La detención por parte del Estado Mayor Presidencial (EMP) de los jóvenes Andrés Leonardo Gómez Emilson y Marco Virgilio Jiménez Santiago es un grave signo de la desesperación en que se encuentra, cuando ni siquiera ha cumplido dos años en la Presidencia de la República.
En un hecho agraviante para el régimen de libertades democráticas, elementos de ese enclave autoritario que es el EMP detuvieron a los dos jóvenes por protestar en contra de Calderón durante la ceremonia que se realizaba en el Palacio Nacional, a propósito de la entrega del Premio Nacional de la Juventud.
Uno de los galardonados, por mérito académico, Andrés Leonardo, de 17 años y becado en Noruega, fue detenido por gritarle “espurio”, mientras que Marco Virgilio, quien se encontraba entre el público, al darse cuenta de la detención gritó: “¡No hay libertad en este país!”. El EMP también arremetió contra él.
En los países democráticos, es común que los jefes de Estado o de gobierno o cualquier alta autoridad sean impugnados por sus actos en el ejercicio público.
Le ha ocurrido, desde luego, a George Bush en Estados Unidos, a Nicolas Sarkozy en Francia, a José Luis Rodríguez Zapatero en España, a Ignacio Lula Da Silva en Brasil, o a Michelle Bachelet en Chile. Es decir, tanto a gobernantes conservadores como a quienes se les identifica con ideas progresistas.
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