Luis Javier Garrido
Los halcones republicanos de Estados Unidos aliados a la extrema derecha latinoamericana están pugnando por que la supuesta “guerra contra el narco”, que impusieron a México los gobiernos de Bush y Calderón, se prolongue tras el relevo en Washington, de ahí las presiones que se están ejerciendo sobre el nuevo presidente estadunidense, y la insistencia en hablar de México como “Estado fallido”.
1. La cuestión que preocupó a muchos analistas en los últimos meses sobre cuáles serían las políticas de Estados Unidos hacia América Latina tras el relevo en la Casa Blanca en 2008, están quedando muy rápidamente aclaradas y todo hace suponer que el nuevo presidente Barack Obama, sometido a los poderes fácticos y centrado en su misión fundamental, que es la de tratar de sacar de la crisis a los grandes consorcios en los que se sustenta su país, aparece dispuesto a seguir en lo esencial las mismas políticas de la administración de Bush, y no ha entendido la gravedad de la coyuntura latinoamericana.
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