• Hartazgo social = abstencionismo+voto nulo
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Una sociedad más politizada fue la que este domingo dejó de asistir a las urnas, y buena parte de los mexicanos que fueron anularon su voto como una forma de rechazo y de protesta contra los partidos políticos, sus candidatos que la mayoría desprecia o desconoce, legisladores que prácticamente no representan a nadie, a los políticos corruptos, a los burócratas flojos y negligentes, y repudiar así un proceso electoral y a su órgano responsable porque la mayoría de la población no cree en él.
En esas condiciones de hartazgo social, ayer domingo se llevaron a cabo las elecciones intermedias, en donde los partidos políticos se disputaron las sobras electorales, con el único propósito de obtener cuantiosas partidas económicas provenientes de dinero público.
A lo anterior hay que sumar la grave crisis económica de millones de mexicanos que no tienen para comer, el desempleo sigue en aumento, faltan escuelas y centros de salud, la violencia suma miles de muertos en las calles y los secuestros continúan, mientras que los órganos de impartición de justicia están corrompidos, policías y militares desertan para aliarse a las bandas del narcotráfico, los cuerpos de seguridad pública están infiltrados por el crimen organizado y la corrupción ha llegado a todos los niveles de gobierno, siempre en complicidad con las grandes corporaciones empresariales.
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En esas condiciones de hartazgo social, ayer domingo se llevaron a cabo las elecciones intermedias, en donde los partidos políticos se disputaron las sobras electorales, con el único propósito de obtener cuantiosas partidas económicas provenientes de dinero público.
A lo anterior hay que sumar la grave crisis económica de millones de mexicanos que no tienen para comer, el desempleo sigue en aumento, faltan escuelas y centros de salud, la violencia suma miles de muertos en las calles y los secuestros continúan, mientras que los órganos de impartición de justicia están corrompidos, policías y militares desertan para aliarse a las bandas del narcotráfico, los cuerpos de seguridad pública están infiltrados por el crimen organizado y la corrupción ha llegado a todos los niveles de gobierno, siempre en complicidad con las grandes corporaciones empresariales.