lunes, 12 de octubre de 2009

Aportaciones del Correo

De Honduras a honduras, La Compañía de Luz y Fuerza del Centro y Aquello llamado Cultura

Efectivamente el día de ayer la burguesía mexicana y extranjera dieron un paso más en su política neoliberal de privatización de todas las empresas de nuestro país al asaltar las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro y mandar a la calle, al desempleo, a cuarenta y cinco mil trabajadores.

Con esta acción, estos empresarios se aseguran una serie de jugosos negocios de los cuales ya se ha hablado demasiado y por supuesto que la estructura sindical conocida como Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) es el principal obstáculo y por lo tanto habría que golpearlo y desmantelarlo.

La respuesta inmediata fue la movilización sindical, una marcha y por supuesto la exigencia de diálogo en donde no cabe dar marcha atrás y por lo tanto empujar para revertir la acción del mal gobierno, del gobierno usurpador y fascista de Felipe Calderón y sus lacayos.

Hace poco, en el momento mismo en que se gestaba el golpe de estado en la hermana República de Honduras, envié una notita exigiéndole al recién depuesto Presidente Zelaya, que de inmediato regresara por algún rinconcito del país para ponerse al frente de la resistencia popular que automáticamente se organizó. No lo hizo, intentó hacerlo en avión casi 15 días después del golpe de los militares; luego se dedicó a cabildear por toda América Latina y por fin, casi tres meses después se decidió y entró como se lo dijimos, por un huequito y se escondió en la Embajada de Brasil, pero eso permitió a los golpistas consolidarse aún a pesar de la férrea y ejemplar lucha de resistencia del pueblo hondureño.

Hoy el gobierno mexicano se ha metido en honduras, al prefabricar un gran problema con el SME. La respuesta tiene que ser inmediata y de gran resistencia, como ya lo han comenzado a hacer los agremiados a este sindicato, pero solos no llegarán muy lejos. Tampoco se trata de esperar una decisión de los otros gremios para que cuando se organicen, se les brinde a los electricistas un apoyo real. Las marchas sirven pero ya no tanto. Lo único que le duele a la burguesía es el bolsillo, si esta comienza a perder, revira.

Mañana lunes tendrían que estar parando los telefonistas, los petroleros, los universitarios, todos, hoy tienen que demostrar esos sindicatos que son de verdad y no de "chocolate" como dicen los niños. Si la burguesía ve que se le enciende el país probablemente revire, si lo queremos hacer después de 20 asambleas y solo con marchas, se consolidará el golpe al SME y a todo el pueblo de México, ya que se establecerá un antecedente gravísimo, tanto como el golpe de estado en Honduras; ambos son mensajes de la burguesía de que pueden seguir haciendo lo que se les venga en gana.

Y el pilón es la cultura, ya que siempre que se habla de ella se piensa en el arte, las artesanías, el espectáculo y no es así; esas actividades son solo una parte del espectro cultural. A los sindicatos se les ha "olvidado" la cultura política y sus bases son ideológicamente endebles. Lo mismo le pasa a los llamados partidos de izquierda, "para que estudiar, si lo que importa son los credencializados y los votos" y a los dirigentes sindicales lo que les importa es una democracia interna fuerte, pero ideológicamente inconsistente.

Hoy el SME está en las calles por defender su fuente de trabajo, pero pocos electricistas entienden que lo vital de su esfuerzo es dejar de ser una clase en sí para constituirse en una clase para sí, lo que los hermana con todos los otros trabajadores tanto del campo como de la ciudad, no solo por sus derechos sindicales, sino como ejército de clase frente a los dueños del capital y en el caso de México frente a los usurpadores del poder político y militar de nuestra patria.

Hace exactamente 40 años que se dio la llamada guerra del futbol entre salvadoreños y hondureños, donde los ganadores fueron los burgueses de ambos países y para no variar, los perdedores fueron los trabajadores de ambas naciones. Ayer se dio la guerra futbolística entre salvadoreños y mexicanos, perdiendo los primeros en la cancha y nosotros en la consciencia, ya que mientras en el Ángel, miles de personas (incluyendo muchos trabajadores electricistas afiliados al SME) etílicamente, entonaban el himno nacional por semejante y pírrico triunfo; todo el gremio electricista y México todo, perdíamos una gran batalla frente a la burguesía nacional que nos sigue recetando circo y ahora parece que cada vez más sin pan o mejor dicho, sin alimentos y con un PAN que cotidianamente desgobierna con el garrote en la mano. Ellos si están preparados ideológicamente en su lógica de clase dominante, de enriquecimiento y de poder. Habrá ya que ponernos las pilas y recomenzar a estudiar las teorías del proletariado sin temor a los libros y a los ideólogos del marxismo.

México, D. F. a 11 de octubre del 2009

Luis Cisneros Luján