--Y EN APOYO A LOS TRABAJADORES DEL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS (SME), FRENTE AL SENADO DE LA REPÚBLICA
Amigas y amigos:
Cada vez es más claro que en México un puñado de potentados domina con
arrogancia y cinismo.
Tengamos presente que la actual oligarquía nació del pillaje, se conformó
con el saqueo de bienes de la nación y del pueblo. Ninguno de sus
integrantes ha hecho fortuna con imaginación, trabajo y de conformidad con
la ley. Casi todos se han enriquecido en los últimos 20 años, al amparo
del poder público. No se trata, en sentido estricto, de empresarios con
tradición, con vocación productiva y dimensión social, sino más bien de
traficantes de influencias, de delincuentes de cuello blanco.
Esto explica su arrogancia y su ambición desmedida de poder. Por eso han
secuestrado a las instituciones constitucionales; tienen como empleado a
Felipe Calderón; mandan en el PRI y en el PAN, y son dueños o controlan
los principales medios de comunicación.
Este es el principal problema de México: Hay una mafia insaciable, enferma
de codicia, dispuesta ha imponerse a costa del sufrimiento del pueblo y a
conspirar contra la paz pública y la estabilidad social.
Sólo así se explica que, en plena decadencia, cuando se está hundiendo el
país, se empeñen en mantener su política antipopular y entreguista. Sin
aceptar ninguna responsabilidad en la tragedia nacional están exigiendo
mayores sacrificios al pueblo. Con saña imponen a todos más
contribuciones, cuando ellos, el año pasado, obtuvieron ingresos por 5
billones de pesos, la mitad del PIB, y sólo pagaron el 1.7 por ciento de
Impuesto Sobre la Renta. Dónde está su honorabilidad, su compromiso con
México, su buena fe. Cuánta razón tenía Hidalgo cuando decía que el único
Dios de los opresores era el dinero.
Es lamentable ver a Calderón hecho un guiñapo, obedeciendo fielmente a
esta camarilla. Escucharlo decir que quiere ayudar a los pobres aumentando
impuestos. Da pena ajena cada vez que abre la boca.
Recientemente, se atrevió a sostener que el golpe a la empresa pública Luz
y Fuerza del Centro se debió a la ineficiencia de los trabajadores, que
por culpa de ellos se dejaron de crear 100 mil empleos en la región centro
del país, cuando todos sabemos que el propósito es seguir entregando la
industria eléctrica a particulares, nacionales y extranjeros.
Y qué decir de Peña Nieto, que al día siguiente de la infamia contra los
trabajadores del SME, salió a respaldar a Calderón y junto con otros
gobernadores, apoya el aumento de impuestos, de las gasolinas, el diesel,
el gas y la luz, porque además de congraciarse con la oligarquía, se
quedarán con una parte del botín.
Las Cámaras de Diputados y Senadores están convertidas en un mercado de
intereses y componendas. Es todo un espectáculo observar cómo diputados
del PRI y del PAN, aprueban aumentos de impuestos, cuando hasta hace unos
meses, en sus campañas políticas, de manera cínica, prometían a sus
electores lo contrario.
Llama la atención ver maniobrar al senador Manlio Fabio Beltrones,
fingiendo ser opositor, cuando en realidad lo que busca es defender los
privilegios fiscales del pequeño grupo de potentados del país.
Y por si fuera poco, es patético el sometimiento y la vileza que prevalece
en la mayoría de los medios de comunicación. Baste decir que 15 días antes
de la desaparición de Luz y Fuerza, un lunes, iniciando la semana, casi
todos los columnistas y conductores de radio y televisión, alineados y por
consigna, empezaron a preparar el terreno para tratar de justificar el
golpe al SME. Algunos, rasgándose las vestiduras, llegaron a cuestionar
que había trabajadores que ganaban hasta 8 mil pesos al mes, cuando la
pregunta obligada sería: ¿Y cuánto les pagan a ellos? Por cierto, sería
conveniente que lo hicieran público, porque hay algunos que obtienen más
que los diputados, los senadores, los magistrados y hasta más que los
ministros de la Corte, que reciben 600 mil pesos mensuales.
En fin, son tiempos de canallas, pero no venimos sólo a hablar de eso.
Venimos a defender al pueblo y a la nación. Venimos a oponernos a los
aumentos de impuestos y a la injusticia cometida contra los 44 mil
trabajadores del SME. Este es un acto de resistencia civil pacífica.
Les recuerdo que el 13 de octubre presentamos, tanto en la Cámara de
Diputados como en la de Senadores, en tiempo y forma, dos proyectos de
decreto para enfrentar la crisis de las finanzas públicas sin aumentar
impuestos, combustibles, ni endeudar al país.
Aquí repito, el gobierno sostiene que hay un déficit o faltante de 360 mil
millones de pesos y nosotros proponemos que se apruebe una ley de
austeridad republicana para ahorrar 200 mil millones de pesos y que se
lleve a cabo una reforma legal para abolir los privilegios fiscales de los
potentados, con lo cual se obtendrían 300 mil millones de pesos. Es decir,
con estas dos medidas se generarían 500 mil millones de pesos.
De esta manera, no sólo se resolvería el problema de las finanzas
públicas, sino que sobrarían 140 mil millones de pesos para fortalecer a
pequeñas y medianas empresas, proteger el empleo, apoyar al campo y
garantizar el derecho del pueblo a la educación, la salud y el bienestar
social.
El día de hoy me reuní con senadores de los tres partidos del Frente
Amplio Progresista y les pedí a nombre de nuestro movimiento, que se
promueva la aprobación de estas iniciativas antes de votar la Ley de
Ingresos y otros proyectos fiscales enviados por la Cámara de Diputados.
Les expresé a nuestros senadores que es falsa la afirmación de que “no hay
de otra”, como sostienen los voceros de la oligarquía. Existe nuestra
propuesta que es viable y justa. Así mismo, les insistí, de manera
respetuosa, que no aprobaran el aumento al IVA, a los servicios de
telecomunicaciones, a los depósitos en efectivo y al ISR, que afecta más a
quienes ganan de 6 mil a 50 mil pesos mensuales. Tampoco considero deben
aceptar el alza del 17 por ciento en promedio a las gasolinas, el diesel,
el gas y la luz, ni el aumento del déficit público.
Se trata de un asunto de gran trascendencia para la vida pública del país.
Es inaceptable que por mantener privilegios de la alta burocracia y de los
potentados, se decida exprimir aún más al pueblo y se siga endeudando al
país. Sólo recuerdo que un mayor déficit público, es sinónimo de más
endeudamiento, con todos sus inconvenientes: el riesgo de que baje la
calificación crediticia del país, se eleve el pago por el servicio del
financiamiento y, desde luego, se continúe hipotecando el futuro de los
mexicanos.
Es el momento de iniciar, desde el Senado, un debate nacional sobre los
privilegios de las cúpulas del poder económico y del poder político en
México. Debe saberse por qué los altos funcionarios públicos de nuestro
país ganan más que en otras partes del mundo. Es obligado que con
argumentos se explique por qué un trabajador asalariado, un profesionista,
un pequeño o mediano empresario y comerciante, paga en proporción a sus
ingresos, hasta 1,500 por ciento más de Impuesto sobre la Renta que los
más grandes empresarios y banqueros del país. Hagamos valer como
ciudadanos nuestro derecho a la información. Exijamos que se transparente
todo lo relacionado con los pagos de impuestos. Tenemos que oponernos a la
violación del principio de progresividad que establece el artículo 31 de
nuestra Constitución.
Amigas y amigos:
Aquí reitero nuestro apoyo firme y decidido a los trabajadores
electricistas, injustamente despedidos.
En este asunto, nuestro movimiento seguirá actuando bajo la conducción de
los dirigentes del SME. Continuaremos participando en todas las
movilizaciones y acciones de resistencia civil pacífica que ellos
convoquen. Y ya iniciamos la campaña de acopio de víveres para apoyar, en
todo lo que podamos, a sus familias.
No olvidemos: La defensa del SME es la defensa de los derechos del pueblo.
Es defender las conquistas de todos los trabajadores, de los campesinos;
de los estudiantes y de los sectores más pobres del país. Si no hacemos
nada por ellos, la oligarquía no se detendrá, con soberbia y
autoritarismo, irá por más y contra todos.
La Comisión de Enlace de nuestro movimiento con los dirigentes del SME ya
nos ha informado de los acuerdos y tareas.
Amigas y amigos:
En estos momentos definitorios, aunque tengamos el corazón caliente,
debemos actuar con la cabeza fría. Una cosa es resistir con firmeza y otra
es caer en la trampa de la violencia. Eso es lo que quisieran nuestros
adversarios. Nosotros tenemos la razón y la razón siempre triunfa. La
justicia tarda, pero llega.
Lo importante es no cansarnos y, mucho menos, claudicar. Estemos atentos y
pendientes a cualquier llamado. Sigamos respaldando a nuestros
legisladores y acudamos al llamado que nos hagan los dirigentes del SME.
Sigamos defendiendo al pueblo y a la nación, pero no dejemos de hacer
conciencia y de organizarnos para derrotar a la oligarquía en el terreno
político, de manera pacífica, hasta construir un gobierno verdaderamente
democrático.
Tenemos que salvar a México y liberar a nuestro pueblo de la opresión.
¡Viva la resistencia civil pacífica!
¡Viva los trabajadores electricistas!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!