Han pasado siete meses. Los padres de los 49 niños que murieron en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, no se cansan. Su lucha, sin embargo, no hace que nadie en palacio se desvele. A Felipe Calderón y su gobierno les ha faltado el valor civil y la decencia para siquiera escuchar, de viva voz, los justos y legítimos reclamos de los deudos. Conscientes de que la presión ciudadana alcanzó ya su nivel máximo y va en caída, han dado, cínicamente, vuelta a la página.
Saben muy bien que estamos en México y que aquí la simulación y el horror van de la mano haciendo que la capacidad pública de asombro e indignación se vaya desvaneciendo. Para acelerar este proceso es que gastan miles de millones de pesos del erario público en campañas publicitarias. Su impunidad, la de este gobierno, así como la del PRI, está cimentada en la mordida y la corrupción, descansa en una montaña de mentiras. |