viernes, 12 de marzo de 2010

Conclusiones

México experimenta una degradación casi absoluta. Con instituciones que no funcionan o lo hacen mal; con reglas que no se acatan y valores que nadie observa; con un gobierno incompetente e incapaz y una clase política distante del ciudadano y de la gente, se ha instalado una realidad de Estado de naturaleza en la que se impone la ley del más fuerte. Las extorsiones y la corrupción son algo cotidiano y lacerante. Mientras la sociedad sufre los embates de la inseguridad y los elevados costos de transacción, se mantienen fuera y dentro de la administración complejas redes de corrupción que operan ya en las áreas sensibles del gobierno.
El discurso oficial dejó de ser referente para el grueso de la sociedad que ha caído en la cuenta de que su seguridad y bienestar dependen de circuitos informarles y de esquemas
paralelos que nada tienen que ver con el Estado de derecho. La impunidad es el principal incentivo para delinquir y la precariedad social su principal insumo. En 13 entidades federativas, 60 por ciento de los jóvenes busca acercarse al narco. Esto es lo que reportan especialistas del ITAM y de la UNAM. Peor realidad imposible.
En algunos círculos del gobierno ha empezado a tomarse en serio la posibilidad de que en 2010 haya un levantamiento popular. Información de inteligencia que procesan los centros de seguridad nacional parecen concluir que en este año podrían aparece nuevos grupos subversivos con una agenda vinculada a la teoría de ciclo histórico. Los datos se manejan con reserva, pero los escenarios apuntar ya a nuevos conflictos de carácter social.
En momentos en que la alternancia en el poder no ha logrado afianzar el cambio de valores en el sistema, se confirmaría que el cambio político en el país no sólo no se ha consolidado sino que hoy se expresa en mayor relajamiento de las reglas; violencia y una persistente y lacerante corrupción.
A la guerra del PRI contra César Nava se suma el fuego amigo. Josefina Vázquez Mota cautelosa, amplía su distancia con su líder y el poderoso clan de los Gómez Mont abre una zona de reserva. ―Miguel es director de Fonatur; María Esperanza, coordinadora de Planeación de Profeco; María de las Mercedes, delegada del Instituto Nacional de Migración; María Asunción, directora de Asuntos Económicos de la Secretaría de Relaciones Exteriores; María Guadalupe, directora de Desarrollo de Turismo Social de la Secretaría de Turismo‖6, todos respaldan al secretario de Gobernación, en este affaire que dejara a Nava fuera del proceso sucesorio. Es mucho el peso del grupo Gómez Mont para un político al que cada vez se le observa más débil y solo. Si las elecciones en curso fracasan, para César Nava no habrá ningún futuro. El PRI ya lo tachó de traidor.
Pero no sólo la política electoral está enrarecida. Más grave es lo que pasa en el Ejército. Hay preocupación en el general-secretario por el desgaste en la imagen que paga el Instituto Armado por la estrategia de militarizar la seguridad pública. De unos días a la fecha es un secreto a voces que al interior de las Fuerzas Armadas cada vez hay más reserva por la situación y el persistente deterioro de su imagen. ―Guillermo Galván Galván, anda con ‗semblante de preocupación‘… Los apuros del general tienen que ver con el desgaste que ha sufrido el Ejército en su ya larga lucha en contra del crimen organizado./ El general Galván está consciente de que las recomendaciones de la CNDH a los verdes se han multiplicado desde que salieron a las calles a combatir frontalmente a los cárteles de la droga. Pero también que la imagen de las Fuerzas Armadas ya no es tan positiva entre la ciudadanía./ Le duelen las versiones que señalan que la Marina-Armada efectuó el operativo en el que falleció el capo Arturo Beltrán Leyva, en Cuernavaca, porque hay sospechas de que los narcos infiltraron a los suyos. Le preocupa, sobre todo, la dispersión del Ejército en el territorio nacional