Soleado y caluroso domingo y, como puede apreciarse en la imagen que abre la nota, Raul Martell volvió a hacer acto de presencia en el campamento de los huelguistas para ofrecer su voz y su canto de conciencia a los compañeros que aún resisten de manera valiente y estóica en ese Zócalo Capitalino.
Después de la desvelada de la noche anterior y después de un par de horas de sueño para recargar batería, me hice presente para poder asistir al momento en que, por fin, los estudiantes universitarios levantaron su carpa (justo al lado de la tropa Obradorista) para hacer acto de presencia de manera permanente en esa plaza central.
Hablar de la presencia universitaria me resulta relevante por dos aspectos fundamentales: en primera, porque es la juventud que en breve se incorporará al mercado laboral bajo condiciones nada óptimas; y porque la educación, siendo pilar fundamental para el progreso racional, científico y de libre-pensadores humanistas de toda civilización o comunidad, también se encuentra en la mira neoliberal para chatarrizarla.
Estando en contacto tan cercano con universitarios como Mario Sinaí, comprendo perfectamente el trabajo que cuesta lograr que todos nos involucremos, comprendo también la frustración de la indiferencia y de la ausencia, pero también entiendo que todo es cuestión de dar el paso... y hoy ellos lo dieron y así, poquitos como se hicieron presentes, así por fin levantaron su carpa con la cual tratarán (como todos lo hacemos) de concientizar a sus similares ¿y por qué no?: a tantos más ciudadanos también, pues como jóvenes tienen y deben ser el ejemplo para que más mexicanos se sigan sumando.
Las imágenes de esta calurosa y agobiante tarde:
Raúl Martell y su canto de conciencia...
Salieron dos compañeros más. El primero en este serial de imágenes, con sangrado estomacal...
El segundo con una anécdota bastante incómoda: una ambulancia que entró por donde no tienen designada la entrada, que se estacionó bastante lejos y cuyo chofer simplemente no quiso acercarse lo más posible a la entrada principal para sacar a la huelguista a la que incluso se le tuvo que proteger del calor abrazador, pues iba sumamente deshidratada. ¿Por qué a veces los mexicanos actuamos de esta manera? eso es algo que no alcanzo a comprender del todo. En estas tres imágenes, la primera corresponde al chofer que se portó con esa actitud tan absurda...
El momento, quizá no alarmante, pero que sí nos debe poner atentos: un helicóptero que dio al menos cinco rodeos al cuadro central (nó había sucedido desde que inició la huelga de hambre). Sería aventurado decir para qué lo hizo, sin embargo, así sea un mero acto de rutina, sustentos de sobra tenemos para sospechar de un gobierno tirano y represor. No olvidemos que se están montando mega-pantallas gigantes para embrutecer con futbol y no olvidemos tampoco los actos de provocación que se han sucedido desde Palacio Nacional. La hipocresía y el cinismo van de la mano de este gobierno usurpador y hasta del falso gobierno de izquierda de Marcelo Ebrard en el DF...
Y los estudiantes preparando todo para su carpa con manos acomedidas que no faltaron...
Después de la desvelada de la noche anterior y después de un par de horas de sueño para recargar batería, me hice presente para poder asistir al momento en que, por fin, los estudiantes universitarios levantaron su carpa (justo al lado de la tropa Obradorista) para hacer acto de presencia de manera permanente en esa plaza central.
Hablar de la presencia universitaria me resulta relevante por dos aspectos fundamentales: en primera, porque es la juventud que en breve se incorporará al mercado laboral bajo condiciones nada óptimas; y porque la educación, siendo pilar fundamental para el progreso racional, científico y de libre-pensadores humanistas de toda civilización o comunidad, también se encuentra en la mira neoliberal para chatarrizarla.
Estando en contacto tan cercano con universitarios como Mario Sinaí, comprendo perfectamente el trabajo que cuesta lograr que todos nos involucremos, comprendo también la frustración de la indiferencia y de la ausencia, pero también entiendo que todo es cuestión de dar el paso... y hoy ellos lo dieron y así, poquitos como se hicieron presentes, así por fin levantaron su carpa con la cual tratarán (como todos lo hacemos) de concientizar a sus similares ¿y por qué no?: a tantos más ciudadanos también, pues como jóvenes tienen y deben ser el ejemplo para que más mexicanos se sigan sumando.
Las imágenes de esta calurosa y agobiante tarde:
Raúl Martell y su canto de conciencia...
Salieron dos compañeros más. El primero en este serial de imágenes, con sangrado estomacal...
El segundo con una anécdota bastante incómoda: una ambulancia que entró por donde no tienen designada la entrada, que se estacionó bastante lejos y cuyo chofer simplemente no quiso acercarse lo más posible a la entrada principal para sacar a la huelguista a la que incluso se le tuvo que proteger del calor abrazador, pues iba sumamente deshidratada. ¿Por qué a veces los mexicanos actuamos de esta manera? eso es algo que no alcanzo a comprender del todo. En estas tres imágenes, la primera corresponde al chofer que se portó con esa actitud tan absurda...
El momento, quizá no alarmante, pero que sí nos debe poner atentos: un helicóptero que dio al menos cinco rodeos al cuadro central (nó había sucedido desde que inició la huelga de hambre). Sería aventurado decir para qué lo hizo, sin embargo, así sea un mero acto de rutina, sustentos de sobra tenemos para sospechar de un gobierno tirano y represor. No olvidemos que se están montando mega-pantallas gigantes para embrutecer con futbol y no olvidemos tampoco los actos de provocación que se han sucedido desde Palacio Nacional. La hipocresía y el cinismo van de la mano de este gobierno usurpador y hasta del falso gobierno de izquierda de Marcelo Ebrard en el DF...
Y los estudiantes preparando todo para su carpa con manos acomedidas que no faltaron...