Uno de los logros más grandes de la historia reciente de México ha sido la publicación de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Esta nos da el poder a los ciudadanos de saber qué es lo que realmente se hace con nuestro dinero aportado a través de los impuestos.
Es deber de nuestros gobernantes declarar cómo se usan nuestros recursos para beneficio de la sociedad y son datos que jamás deben ser negados a ningún ciudadano.
En el año 2006, las fracciones del PRI, PAN y PRD se dieron cuenta de que en el Estado de México no existía transparencia alguna, después de que el entonces Gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto tomará la trágica decisión de vetar la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
La justificación que dieron para vetar la ley federal, fue que el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de México (ITAIPEM) se estaba "extralimitando".
Ante el veto de la Ley, es evidente que el Congreso del Estado trató de encubrir hechos graves, como el caso de enriquecimiento ilícito de Arturo Montiel, tío de Enrique Peña Nieto. Es demasiada coincidencia que el mismo ITAIPEM se pronunciara en contra de la apertura de la información y se diera la negativa a la solicitud de la declaración patrimonial de Arturo Montiel justo antes del veto a Ley de Transparencia, argumentando que la información era personal.
Fuera del encubrimiento que Enrique Peña Nieto le dio a su antecesor Arturo Montiel como Gobernador del Estado de México, el hecho de que se le niegue a las personas el acceso a la información pública es un retroceso en la vida política del país. También es un fuerte golpe a la ciudadanía y a la democracia, dejando en claro que la información que tenemos es controlada por intereses personales y mal intencionados.
Síguenos en twitter @radioamlo
.jpg)
.gif){kind=small}
.jpg)