- Ni siquiera el Comité de Estrategias e Inversiones fue consultado, dicen integrantes del órgano
- Funcionarios de la paraestatal ya encontraron el caminito; parece otro repsolazo: Canacintra
Periódico La Jornada
Domingo 23 de septiembre de 2012, p. 27
Domingo 23 de septiembre de 2012, p. 27
Al igual que en la operación con la petrolera
española Repsol, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex),
Juan José Suárez Coppel, no informó al consejo de administración de la
paraestatal sobre el contrato para la construcción de dos buques hotel
en astilleros de Galicia, en España, acuerdo que involucra recursos
públicos por alrededor de 380 millones de dólares.
Dos integrantes del consejo de administración de Pemex confirmaron a La Jornada
que ni siquiera el Comité de Estrategias e Inversiones, presidido por
el consejero Héctor Moreira Rodríguez, encargado de evaluar los
proyectos de inversión más relevantes, tuvo conocimiento de esta
operación millonaria.
Nuevamente nos enteramos por medio del periódico de operaciones cuantiosas que la administración de Pemex está haciendo a espaldas del principal órgano de gobierno corporativo de la petrolera mexicana, dijo uno de los integrantes del consejo de administración.
El viernes de esta semana La Jornada dio cuenta de la
contratación de dos astilleros gallegos, Navantia de Ferrol y Barreras
de Vigo, para la construcción de dos hoteles flotantes, que involucra un
desembolso de unos 380 millones de dólares para la paraestatal. El
contrato, además de salvar de la inminente ruina a las compañías
españolas –que no firmaban ningún contrato desde hace cinco años–, dará
empleo a unos 3 mil trabajadores durante los próximos 30 meses.
La operación se firmó sin haber realizado una licitación pública
internacional para el concurso de participantes (nacionales y
extranjeros); se desconoce el origen de los recursos porque no se sabe
si se financiará a través de recursos presupuestarios o contratación de
deuda o dinero en caja de Pemex; los funcionarios que autorizaron esta
operación prácticamente terminan su gestión y se van dejando recursos
comprometidos, entre otros.
Además, por el monto de la inversión esta operación debería de haber
pasado por la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público y del Comité de Estrategias e Inversiones de Pemex, así como
fijar la obligación a los fabricantes para incorporar un porcentaje de
contenido nacional, por lo que a todas luces va en contra de la planta
industrial de México, tomando en consideración que la industria naval es
altamente multiplicadora en otras ramas económicas.
Adicionalmente, esta operación no es estratégica ni sustantiva para
las actividades principales de Pemex, que son la exploración y
extracción de crudo, la cual ha ido decayendo durante los pasados 12
años.
Especialistas en la industria naval consideraron que
previamente se debió de realizar un estudio que determinará la capacidad
total real de los astilleros mexicanos para construir embarcaciones,
además de generar un nuevo marco de incentivos fiscales que le permita a
los constructores, armadores y reparadores deducir impuestos como en
otros países.
En recientes declaraciones a la prensa, el presidente del Colegio de Ingenieros Navales, Raúl Rocha aseveró:
El acuerdo firmado con astilleros gallegos permitirá que se pierdan cerca de 5 mil empleos que se pudieron haber generado en el país.
Juan Manuel Chaparro Romero, presidente de Fomento Industrial de
Canacintra, comentó a este diario que la contratación de dos empresas
españolas por Pemex para la construcción de los buques hotel, contrasta
con la situación por la que atraviesa la industria naval mexicana, la
cual está supeditada a decisiones de gobierno, que aunado a la crisis
económica han llevado a este sector a casi la extinción.
“Es algo que para la industria nacional es inaceptable porque este es
un caso típico de cómo se desplaza la ingeniería mexicana y a los
equipos hechos con calidad en el país, y están haciendo a un lado el
contenido nacional y no se generan empleos en México.
Este tipo de acciones con las desgravaciones arancelarias que hace el gobierno federal han provocado mayor desempleo. Solamente de julio de 2007 a agosto de 2012 el número de desempleados ha aumentado en un millón 100 mil personas.
Esta operación se suma a la ampliamente cuestionada transacción
financiera realizada el pasado 29 de agosto de 2011 en la que Pemex
entró a capitalizar a la petrolera española Repsol al aumentar su
participación accionaria de 4.8 a 9.8 por ciento, que involucró un
desembolso de al menos unos mil 600 millones de dólares, entre deuda y
recursos de caja de Pemex, sin que el director de Pemex, Juan José
Suárez Coppel, enterara al consejo de administración de Pemex.
Los funcionarios de Pemex ya encontraron el caminito y a mí me parece que esto es otro repsolazo, por lo que el Congreso de la Unión debe demandar una investigación a fondo porque involucra recursos públicos de todos los mexicanos, aseguró uno de los consejeros de la paraestatal.
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