En RadioAMLO nunca hemos percibido un sólo centavo por la difusión del proyecto de Andrés Manuel. Esta radio surgió en el megaplantón como un esfuerzo de ciudadanos obradoristas que tomaron en serio la invitación a romper el cerco informativo. En este espacio confluimos personas multiversas, lo único que tenemos en común es el proyecto de AMLO y algo mucho más importante: nuestra capacidad para dolernos por la injusticia. Por eso hemos caminado junto a muchos otros movimientos y casi ninguna información de las resistencias al neoliberalismo se nos escapa. Caminamos junto a ellos siempre reivindicándonos obradoristas, pero ofreciendo nuestras herramientas de difusión por internet.
Nadie imaginó que llegaríamos a 7 años, nadie imaginó que con los pocos -y en los heróicos casos de algunos compañeros, los muchos- minutos que le dedicamos en la semana, se construiría un medio informativo que tiene el don de la ubicuidad. Estamos en todos lados porque todos tenemos una vida: ciertos intereses, ciertas afinidades políticas, conocemos gente, tenemos un entorno laboral y geográfico diferente y particular... en suma, una manera particular de ver el mundo y sabemos que en nuestra querida radio a nadie se nos censura por subir la información que creamos conveniente.
Este es el principal motivo por el que no nos ven con buenos ojos incluso en el aparato burocrático del obradorismo: no somos una agencia de publicidad, no somos pejebots: somos ciudadanos que un día se pronunciaron a favor del plan de gobierno de López Obrador porque lo consideramos lo más justo para EMPEZAR la regeneración de nuestro país. Pero antes que todo, somos ciudadanos que un día se atrevieron a tener voz, a sostener la dignidad frente a un micrófono, tras el lente de una cámara, delante de un teclado. Somos dueños de nuestra palabra, y compañeros de todo aquel que tenga algo que decir.
- Sí, claro, ya parece que el peje no les va a pagar, sí cómo no ¿Quién en este tiempo hace algo sin recibir nada a cambio? No mamen, esa nadie se las cree. Si ésta sigue siendo tu opinión, entonces eres la viva muestra de lo podrido que está nuestro país... y el mundo en general. Un mundo donde ya casi nadie cree en el trabajo por amor, en la dedicación por el placer de hacer lo justo. Un país donde ya nadie cree en nada ni quiere saber de nada. Nos has dado la razón: hay que regenerarlo. Buenas tardes.