■ La impunidad y protección que le da tienen un precio, sostienen petroleros disidentes
■ Denuncian trabajadores represión e incluso desapariciones y asesinatos de sus compañeros
La impunidad y protección ilegal que le ha otorgado el gobierno federal al dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Carlos Romero Deschamps, “tiene un alto precio” y es su apoyo incondicional a la reforma energética y la entrega de la organización a los designios del poder, por ello, las autoridades laborales lo “cobijan” aunque los trabajadores lo repudien por la corrupción y represión con que ha inundado este gremio.
Así lo señaló ayer Omar Toledo, representante de un sector de la disidencia petrolera que desde hace un mes se encuentra en plantón permanente a las afueras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en el sur de la ciudad, y quien encabezó la toma de la sede sindical en días pasados.
En conferencia de prensa, denunció que hay una fuerte represión contra su grupo, de la cual responsabilizó a Romero Deschamps, y dijo que este dirigente tiene las manos manchadas con las “desapariciones” de trabajadores petroleros –la mayoría disidentes- que se han dado en el gremio en los últimos meses y que ya suman más de 80 los sindicalizados que no aparecen o incluso algunos habrían sido “asesinados”.
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