or Gilberto Balam Pereira
Los que patrocinaron la guerra sucia en las elecciones de 2006
En una de mis recientes notas acerca de las toxinas con que nos envenenan cada día, hablé de los alimentos chatarra como papas fritas embolsadas, carnes frías, jugos industrializados, alimentos light que contienen principios específicamente cancerígenos y también substancias colorantes, saborizantes, conservadores, etc. igualmente tóxicas al MEDIANO plazo. (“yo siempre como carnes frías y no me ha pasado nada” me dicen, bueeeeno).
Pero casi nada, se me pasó comentar sobre la tristemente célebre y horrenda coca cola. Ocupamos el segundo lugar en consumo de refrescos embotellados después de los E.U. (medio litro per cápita anual).
Mark Pensergrast en su libro “Dios, patria y coca cola, la historia prohibida de la bebida más famosa del mundo”, informa que ésta contiene nada menos que citrato de cafeína (adictivo), aromatizantes, (extracto de vainilla, naranja, cilantro, limón, canela), nuez moscada, ácido cítrico, jugo de lima (exceso de ácidos), azúcar (exceso de calorías), agua y extracto fluido de coca, Erythroxylon novogranpense (adictivo) procedente de Ecuador (ojo adictos a la coca cola).
Esta bebida extraordinariamente tóxica es muy apetecida por millones de personas en el mundo y es uno de los factores más predisponentes al sobrepeso y obesidad, por su adicción y elevado consumo, que afectan a cerca de 70 por ciento de la población mexicana... entre los 30 y los 60 años.
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