domingo, 10 de agosto de 2008

Palabras para ver y escuchar



TELEVISION › EDUARDO GALEANO Y SU PROGRAMA EN CANAL ENCUENTRO

Palabras para ver y escuchar

El ciclo que conduce el escritor uruguayo en el canal del Ministerio de Educación de la Nación está atravesado por el relato de historias, reales o imaginarias. En el envío de esta noche, la mirada estará focalizada en “Los primeros americanos”.


Por Emanuel Respighi

Eduardo Galeano es, sin dudas, uno de los grandes narradores de la historia latinoamericana. Autor de obras emblemáticas, como Las venas abiertas de América latina y Memoria del fuego, el escritor uruguayo se destaca por ser el portador de una prosa tan simple como profunda, enfocada en la gente y los problemas de esta región del mundo. También su obra de ficción merece ser valorada. Pero además tiene el privilegio de ser de esa clase de escritores a los que no sólo da gusto leer, sino también escuchar. Pasa cada vez que relata alguna de las tantas historias que –producto de la realidad a la que nunca abandona o de su rica imaginación– siempre tiene a mano. Ese tono pausado y cadencioso que sale de su boca no hace más que hipnotizar a quien lo escucha, reforzando el sentido de sus expresiones y observaciones. Como cuando se lo lee, su relato oral tiene la extraordinaria virtud de lograr que cada una de sus palabras pueda ser imaginada por quienes la reciben. Galeano condensa en su figura el don mágico de la palabra y de la voz. Una sinergia que se hace evidente en La vida según Galeano es, el programa de TV que Canal Encuentro comenzó a emitir este mes, todos los jueves a las 23.30. Una experiencia televisiva tan rica como diferente.

La vida según Galeano es, en rigor, un raro experimento televisivo. El aspecto extraño de la producción realizada por Tranquilo Producciones para el canal perteneciente al Ministerio de Educación de la Nación reside en que se trata de un programa que, además de ver, le propone al televidente agudizar el sentido de la audición. Más que a verlo, el ciclo llama principalmente a ser escuchado. Por la fortaleza y honestidad de las palabras de Galeano, aquí en su doble papel de guionista y conductor, y aun cuando vale decir que el ciclo tiene un logrado trabajo de imagen y posproducción. Sin embargo, La vida... le devuelve a la palabra un lugar que la pantalla chica no suele brindarle, cada vez más pendiente de la imagen. Y no es casualidad que quien logra quebrar con la hegemonía de la imagen en la TV sea Galeano, probablemente “la voz” a través de la cual habló y habla América latina. Ya sea en su rol de periodista como de escritor. “Los mapas del alma no tienen fronteras. Y yo soy patriota de varias patrias”, dijo el autor de Los espejos, sin que nadie cuestionara sus dichos, cuando el mes pasado fue nombrado ciudadano ilustre del Mercosur.

Con relatos que emocionan y atraen tanto como su escritura, el prestigioso escritor se animó a un medio tan lejano para él como para sus inquietudes, con la intención de acercar su particular manera de ver Latinoamérica y el mundo. Sus breves y contundentes relatos van desde pequeños detalles hasta grandes planteos que enfrenta la humanidad en la actualidad, sin otra pretensión que la de ayudar a reflexionar en estos tiempos de tanta vorágine. Y lo hace con sus habituales y mundialmente reconocidas armas: la honestidad intelectual, la simpleza de las palabras y la riqueza de un vocabulario que no por rico reduce su posibilidad de comprensión a un puñado de televidentes. El programa, como la vida y la obra de Galeano, no reduce su alcance a unos pocos. Lejos están, programa y creador, de ser elitistas.

Desde un ambiente íntimo y natural para los escritores (una escenografía montada en alguno de los deshabitados estudios de Canal 9 oficia de escritorio en penumbras), el autor de El libro de los abrazos comparte con la audiencia ideas y relatos, siempre abocados a recuperar las historias de nuestro continente para conocer de dónde se viene y hacia dónde se va. Un recorrido que a lo largo de los trece episodios no tendrá otro límite que la media hora que dura cada capítulo. En los dos episodios que se emitieron hasta aquí, La vida... ya abordó temáticas tan amplias como las “Mujeres” y los “Niños”, y seguirá con envíos dedicados a “Los Nadies”, “Memorias y desmemorias”, “Futbolería”, “Los hijos de Africa” y “Amares”, entre otros ejes que sirven como excusa para hablar de la realidad latinoamericana, ese objeto que desvela al escritor uruguayo desde hace tantos años.

En el envío de esta noche (repite los jueves a las 8.30, 13.30 y 18.30; sábados a las 8, domingos a las 4 y 18), la mirada estará focalizada en “Los primeros americanos”. Allí, Galeano repasa con su habitual estilo cómo vieron a los nativos de América los europeos del Renacimiento (se los llegó a describir como individuos “con los pies al revés: tenían los talones adelantes y los dedos atrás”) y reflexiona sobre la conquista y la manera en que los conquistadores se hicieron de los descubrimientos de los antiguos americanos. Además de contar la rica realidad de entonces de Potosí, como centro económico de la región, y su pobreza actual, el escritor vuelve a desmitificar viejas afirmaciones sobre la conquista europea de América que suelen incluirse en los manuales de historia como verdades irrefutables. Un Galeano auténtico que, esta vez, conjuga la escritura, la historia y la televisión sin perder sentido de pertenencia.