El Correo Ilustrado
El reciente Acuerdo nacional por la economía familiar y el empleo, presentado por Felipe Calderón para ayudar a los mexicanos, nació viciado. Además de que no favorece al sector más vulnerable de la población, quienes lo firmaron no lo conocían antes de suscribirlo. El acuerdo congela los carísimos precios de la gasolina, los cuales han incrementado el costo de la canasta básica, pero el diesel sigue subiendo.
Yo invito al señor Calderón a que observe las principales avenidas de nuestra ciudad, por donde circulan vehículos exageradamente costosos, algunos de más de un millón y medio de pesos. En cambio, el salario mínimo, con el que se pretende que se sostenga una familia entera, es de sólo 50 pesos diarios. El incremento aprobado fue de 4 por ciento; si hubiera sido de 25 por ciento seguiría siendo inequitativo. El prefabricado acuerdo de Calderón soslaya este grave problema, y eso seguirá siendo causa de rencor y violencia.
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