■ ¿Plaza llena, urnas vacías?
El domingo pasado AMLO presentó su programa de defensa de la economía popular ante unas 200 mil personas que colmaron el Zócalo y las plazas vecinas. No dijo una palabra de los líos electorales y se concentró en lo que para él es lo fundamental: ratificar su alternativa (anticipada desde 2007) al tardío e incompleto programa del gobierno de Calderón para afrontar la “crisis”.
El acto tuvo enorme éxito, contra los pronósticos de ciertos analistas que esperaban una plaza semivacía. Suponían que los seguidores de AMLO, desgastados, serían menos que nunca y que éste sería signo del declive del movimiento. Ahora, cuando es irrefutable el éxito de la concentración, nos dicen que hay que recordar que las plazas llenas son urnas vacías.
Lo que ocultan estos críticos es que el mitin significa el triunfo de la resistencia. La odisea de López Obrador fue la asamblea número 31 en el Zócalo. También deben recordar que entre esa multitud están las brigadas que frenaron la reforma petrolera. Es interesante pensar que AMLO, en su gira que ya llega casi a 2 mil municipios, es recibido con igual entusiasmo e interés en todas las regiones del país. Lo que no se quiere ver es que los comités y las brigadas presentes reflejan una organización cada vez más madura. En 2009 no se va a disputar la Presidencia. Para ganarla se necesita una fuerza articulada que promueva y defienda el voto mucho mejor de lo que se pudo en 2006. Éste es el sentido de las giras, de los mítines y de la constitución de decenas de brigadas y centenares de comités en todo el país. Hacia allá se orienta el movimiento.
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