miércoles, 18 de febrero de 2009

El dinamismo social

JOHN M. ACKERMAN

Felipe Calderón y algunos otros conspicuos personajes han llamado recientemente a promover la imagen de México en el mundo y a terminar con el “catastrofismo” que supuestamente desalienta la inversión en nuestro país. Quisieran que, en lugar de vernos como una tierra de narcotráfico, pobreza y conflictividad política, los extranjeros nos perciban como un país de mole, playas, maquiladoras y tequila. Pero esta disyuntiva entre el Estado fallido y el Estado para el turismo y la explotación es falsa y nos lleva a un callejón sin salida. Ante la crisis económica y la negligencia gubernamental, México ofrece al mundo un ejemplo de participación ciudadana, dinamismo político y crítica intelectual sumamente destacable. Es cierto que la cultura política del país tiene muchos vicios, pero también cuenta con grandes ventajas y fortalezas que vale la pena recordar en estos momentos de desaliento. Como ha ocurrido numerosas veces en la historia, los ciudadanos de a pie serán también ahora los principales responsables de sobrellevar la situación económica.
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