• Rumbo al colapso rápido del Estado fallido
• ¡¿Al diablo con las instituciones?!
Las disputas no durarían mucho, mi estimado, si el error estuviera de un solo lado. La feria del deporte favorito sexenal (besides the booze, of course) de la incontinencia verbal fluye relajada con simpáticas aclaraciones que rayan en lo políticamente (in)correcto, en donde el gobernador de Nuevo León, González Parás, sí se aventó una de campeonato al aclarar que las protestas en la calle por la presencia de nuestras fuerzas armadas —que gracias a su uso, y abuso, llevan un muy delicado desgaste que, tarde o temprano, llevará a la institución al banquillo de los acusados— son de personas pagadas por los revoltosos del Cártel del Golfo y sus Zetas.
La muy puntual aclaración, my friend, debe tener una dosis de (complicidad) verdad, porque si algo sabe el mandatario regiomontano es precisamente cómo se mueve el pandero de ese peligroso abecedario de la organizada delincuencia que, cosas del surrealismo mexicano, prepara el timing de cómo armar narcoprotestas en… cuatro estados del país mientras la cifra de muertos es alarmante, basta y sobra lo sucedido en Reynosa, Tamaulipas.
Leer NOta AQUI