• El calderón del anecdotario
• El iceberg de Marcial Maciel
Innumerables veces mi estimado, la lengua corta la cabeza. El cierre en estas últimas semanas ha estado atiborrado de una serie de verdaderas estupideces, inconsistencias y preocupantes incoherencias presidenciales. Para el jinete de la tormenta, Felipe Calderón, la mesura, prudencia, la cautela, cordura y el juicio que debe mantener ante un micrófono, ya sea por la volatilidad de los acontecimientos mundiales y/o por el delicadísimo contexto nacional, son nulas, zero, zap, nada, nothing.
El recetario de increíbles afirmaciones por parte del inquilino de Los Pinos genera incertidumbre.
Desde su slogan de campaña sobre el presidente del empleo y de las manos limpias pasando por las promesas de bajar las tarifas de la luz, del gas y mantener el subsidio de la gasolina hasta la frivolidad de rebasar por la izquierda sin olvidar el tesorito de las profundidades que nos sacará de jodidos.. han sido relegados por las frases de la mercadotecnia política de los genios (de la botella) del Gymboree.
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