La verdad nos hará libres, pero ¿cuál verdad?
1. Marx, según uno de sus discípulos, dijo alguna vez que la verdad puede incluso venir de la boca del carnicero. Obviamente se refería a los asesinos no a los expendedores de carne en los mercados y lo decía llamándonos a escuchar bien lo que se dice a pesar de que quien lo diga estuviera muy desprestigiado.
Carlos Ahumada, quien acaba de publicar su libro donde (sin querer) reconfirma las denuncias que López Obrador hizo hace cuatro años, es un gran delincuente que narra toda su asociación y tropelías con otros delincuentes igual o mucho mayores que él. ¿Cómo es posible que sepamos, por denuncias de AMLO (ahora reconfirmadas por Ahumada), que los tres poderes en México están en manos de la delincuencia política y todavía pensemos en votar?
2. Si los carniceros Hitler, Pinochet, Reagan, Clinton y los Bush nos contaran sobre “lo mucho que hicieron para ayudar a los pueblos de América Latina” no les creeríamos porque sería muy evidente la falsedad; pero si –por el contrario- nos contaran con objetividad cómo y con quiénes se asociaron para realizar invasiones y bombardeos a decenas de países, pensaríamos que dicen la verdad. Si Ahumada nos contara que fue muy bondadoso con los que hicieron negocios con él no le creeríamos, pero si nos aporta con pelos y señales sobre las alianzas que hizo con sus compañeros delincuentes como Salinas y su familia, Cevallos, Fox, Televisa, Horcasitas, Robles (de sobra conocidos como delincuentes) no solo le creemos sino que pedimos que nos aporte más.
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