Lydia Cacho
Plan B
Además de la indignación por la tragedia de quienes tienen en hospitales o perdieron a sus bebés a raíz del incendio en la guardería, el exabrupto oficial de indignación de nada sirve.
Existe una corresponsabilidad evidente entre quienes establecen las reglas de guarderías que funcionan con recursos del Estado y la sociedad civil que las opera. Una fuente dentro de la Sedesol me asegura que el problema radica en la presión recibida desde Los Pinos para implementar guarderías en fast track. El tema, dice, responde a la agenda de Margarita Zavala. La abogada, desde que era diputada, mostró interés en impulsar la agenda pública de las madres trabajadoras y un espacio seguro para los niños y niñas de preescolar. El problema como siempre no son las intenciones, sino el método de las secretarías de Estado y de las y los legisladores que ignoran los procedimientos para implementar políticas públicas efectivas y transparentes.
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