jueves, 2 de julio de 2009

Honduras no es excepción

Ángel Guerra Cabrera

El golpe de Estado contra el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, reitera el odio feroz de las oligarquías de América Latina al derecho del pueblo a ser escuchado y a participar en la decisión de su destino. Está lejos de ser una anomalía (Remember 11/4/02 en Venezuela y la sedición separatista en Bolivia) en un contexto, por demás imaginario, de "retorno" de la democracia a América Latina.

No es riguroso hablar de regímenes democráticos donde reina la desigualdad, el número de millones de pobres va en ascenso y cada vez es mayor el abismo entre una pequeña y opulenta elite que detenta el poder económico y político y la inmensa mayoría de la población.
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