- Un reto para la diplomacia mexicana, lograr que el mandatario depuesto retome el poder
- Podría salir de Los Pinos con muchos discursos y buenos deseos, pero con las manos vacías
Preocupado por el estancamiento del proceso de negociación para su retorno a la casa presidencial de Honduras y por la "camisa de fuerza" que le impondría el Plan Arias para ejercer el mando durante los pocos meses que le quedan al frente del gobierno de su país, Manuel Zelaya ha intentado abrir otros canales alternativos. Uno de ellos, mencionado hace días, fue pedirle a México que convoque al Grupo de Río para que juegue un rol más activo en el proceso. Con esta inquietud llega el presidente desterrado.
Pero si esas son sus expectativas para el encuentro que sostendrá este martes con el presidente Felipe Calderón, lo más probable es que salga de Los Pinos con muchos discursos y buenos deseos, pero básicamente con las manos vacías.
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Pero si esas son sus expectativas para el encuentro que sostendrá este martes con el presidente Felipe Calderón, lo más probable es que salga de Los Pinos con muchos discursos y buenos deseos, pero básicamente con las manos vacías.