miércoles, 16 de septiembre de 2009

¿Y nadie va a enjuiciarlo por eso?

Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras

De todos las banalidades, corruptelas o deficiencias que se le pueden recriminar a Vicente Fox, hay una que representó un severo daño para los mexicanos, un daño que aún hoy pagamos con crisis, desempleo y los impuestos que nos pretende cobrar la administración calderonista para tapar los yerros de su antecesor y los suyos propios.

Durante al menos siete años continuos, de 2000 a 2007, México experimento una bonanza por el incremento constante de los precios del petróleo. Sumada a la estabilidad de las finanzas públicas y a la solidez del resto de las variables financieras, el boom petrolero mundial nos dio una de las mejores etapa de estabilidad y solidez que se recuerden en la economía mexicana.
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