Para el sector revolucionario y las fuerzas progresistas de México, el año que recién comienza deberá ser el tiempo de las acciones transformadoras. Los tiempos de los espectadores y las acciones puramente contestatarias deben quedar atrás para dar paso a la toma de posiciones de combate, para participar decididamente en la batalla por la liberación del pueblo de esta ignominiosa dictadura neoliberal que nos ha hundido en la zozobra más prolongada de los últimos tiempos. El adagio popular nos dice que no hay mal que dure cien años ni pueblo que los aguante, y en efecto, la evolución histórica de nuestro país así lo confirma, es en los albores de cada siglo cuando se han desatado los movimientos sociales más importantes de nuestro proceso revolucionario. Las acciones a emprender por las fuerzas progresistas durante el año 2010, deben quedar unidas al mismo hilo conductor por el que han transitado las principales demandas y aspiraciones populares desde la Revolución de Independencia en 1810, la Reforma, encabezada por Benito Juárez y, la Revolución Mexicana iniciada en 1910. |