Pocos casos de corrupción se han documentado con tanto detalle como el del programa Procampo por EL UNIVERSAL. Son ya siete largos meses donde se detallan mecanismos, funcionarios y beneficiarios de este pestilente saqueo a la nación. Y tal vez lo más escandaloso es que el gobierno calderonista no ha hecho absolutamente nada.
Una larga cadena de abusos todavía más ominosos porque se trata, una vez más, de despojar a los que menos tienen desde el poder político, económico y ahora también del crimen organizado. La perversión de un programa que nació en el México salinista de hace 15 años supuestamente con el propósito de apoyar a los campesinos más pobres que se veían afectados por la competencia desquiciadamente ventajosa de la maquinaria agrícola gringa. Una brutal asimetría provocada paradójicamente por la implementación de lo que se presentaba como la maravillosa panacea neoliberal: el Tratado de Libre Comercio. |