¿Quién es el Evo?
El Evo, como tan cariñosamente lo llama el embajador Jorge Mansilla, es el primer presidente indio del Estado Plurinacional de Bolivia.
El Evo nació en una comunidad rural llamada Isallavi, en 1953. Él sobrevivió, con dos hermanos más, a la gran pobreza con la que se vivía en las comunidades campesinas de Bolivia, mientras que otros cuatro hermanos murieron.
Creció con carencias de agua y luz, sin alcantarillado, ni servicios de salud y en una pequeña choza construida de adobe y paja. Ayudaba a su familia con los trabajos del campo y a la crianza de llamas.
Evo y su familia se mudaron varias veces, buscando la manera de subsistir. Vivió en Oruro, donde estudió en una secundaria para jóvenes con escasos recursos y trabajó de obrero, panadero y ladrillero para poder mantenerse y estudiar.
Es en estas condiciones donde aprendió los principios fundamentales de los aymaras, el ama sua (a no ser ladrón), el ama quella (a no ser flojo) y el ama hulla (a no ser mentiroso). Principios que han regido toda su vida, y que sin duda, son parte fundamental de lo que el Evo ha representado.
Emigraron a Cochabamba, donde comenzó a trabajar sembrando arroz, pero ante la competencia con el arroz brasileño ya no tuvieron beneficios, por lo que se dedicó al cultivo de la hoja de coca.
En Bolivia, mascar la hoja de coca es un hábito ancestral entre los indígenas, lo utilizan como energético y por sus propiedades nutritivas, además mascar la hoja de coca tiene un carácter místico entre los bolivianos. Sin embargo, con el auge del narcotráfico, la hoja de coca tuvo una demanda sin precedentes.
El Evo prosperó como cultivador de coca y empezó a sobresalir porque se interesaba en los problemas de su comunidad. Se incorporó al sindicalismo para luchar por los derechos de los cocaleros y en poco tiempo se convirtió en líder.
Amante del fútbol, se hizo cargo de la Secretaría de Deportes del sindicato y posteriormente llegó a ser Secretario General, por su tenaz oposición a las políticas gubernamentales y a la anexión de Bolivia a los EU.
Cuando Estenssoro respondió a las presiones de EU aplicando una política de erradicación de las plantaciones, el Evo comenzó las protestas contra los desarraigos forzosos, acompañado por los obreros mineros. Se opuso al plan de reducir la superficie agrícola para el cultivo de coca, lo cual afectaba la región del Chapare, donde ellos sembraban.
Evo, como otros líderes sindicales, fue arrestado y confinado a vivir en un lugar aislado.
Lanzaron contra él una furiosa campaña de difamación y desprestigio, lo que fue el principio de muchos intentos para acabar con él, incluso en una ocasión, lo arrojaron a un barranco
luego de una golpiza, pensando que estaba muerto. En otra ocasión libró las balas de
una ametralladora, que le rozaron. El Evo vio caer a muchos compañeros en la lucha, fue testigo de graves atropellos, como cuando militares prendieron fuego a un compañero vivo, acusándolo de narcotraficante.
El gobierno de Bolivia, auspiciado por EU, intentó de muchas maneras seguir teniendo el control político y los beneficios de la privatización de los hidrocarburos, solamente paralizando el país con una huelga nacional fue que Bolivia logró destituir dos veces a un presidente, para que el presidente interino permitiera que se le reconociera el triunfo a Evo Morales, en 2006.
Líder sindicalista cocalero, líder de oposición parlamentaria, líder del movimiento en defensa del gas y de los recursos del país, encabezó las protestas que fueron forzando a las elites a reconocer los derechos de su pueblo.
Indio aymara, que sintió en carne propia la discriminación y las humillaciones que por siglos sufrieron los indígenas bolivianos, al llegar a la presidencia pugna por una Asamblea Constituyente y la posterior aprobación de una nueva Carta Magna, que por primera vez en la historia reconoce como bolivianos a los indios de sus 36 etnias, en un estado incluyente, en un país para todos.
El Evo, quien creció en la extrema pobreza, al llegar a ser Presidente se preocupó por mejorar las condiciones de vida de los indígenas, por hacerles llegar agua, electricidad, servicios de salud, por darles vivienda, educación y sobre todopor reconocerlos como verdaderos bolivianos, con los mismos derechos que cualquiera.
Bajo el mandato del Evo se ha reducido la pobreza extrema en 6 puntos porcentuales, se ha incrementado el salario mínimo 47 %, se han regulado las tarifas de transporte, ha aumentado el salario a los maestros, construido centros de salud por todo el país, puesto fin al latifundio y dado becas a mayores de 60 años, a niños para estudiar y a madres para sus partos. Ha llevado a cabo una política popular de ayuda a los más necesitados.
El gobierno del Evo ha tenido superávit fiscal por tres años consecutivos, es decir, gana más de lo que gasta, ha quintuplicado las reservas nacionales netas (RIN) y el crecimiento de su economía en 2008 fue la mayor en 30 años. Su PIB (producto interno bruto) ha crecido 5.17% y ha reducido a la mitad la deuda externa y cancelado completamente la deuda con España.
Bajo el mandato del Evo se erradica el analfabetismo, se promueve el deporte y se lucha contra las drogas destruyendo las fábricas de clorhidrato de cocaína. Evo es protagonista y promotor de la integración regional de Sudamérica y defensor de la tierra. Para salvar al mundo hay que salvar primero a Bolivia, dice, ante la destrucción ecológica.
El Evo ha podido realizar estos milagros porque nacionalizó los hidrocarburos, las telecomunicaciones y la energía y utilizó los ingresos para beneficio del pueblo. Industrializa el cobre e inicia la industrialización del litio. Por otro lado, redujo su sueldo 57% y el de sus ministros, viceministros y directores 50%. Generó 81% más empleos que en el periodo de 2003 a 2006.
Y ahora el Estado Plurinacional de Bolivia tiene una reserva internacional de 8,500 millones de dólares, por lo que ya muchos consideran al Presidente Juan Evo Morales Ayma el mayor estadista de Bolivia.
El Evo sabe que la independencia económica permite la independencia política, Presidente consciente de las injerencias ilegales de los Estados Unidos, y dispuesto, como toda su vida, a no permitirlas, expulsó a la DEA por sus actividades golpistas y al embajador norteamericano Philip Goldberg, quien organizó actos de sabotaje y desestabilización.
El Evo nos demuestra, con su lucha, con su vida, con su ejemplo, al frente y con el hermano Estado Plurinacional de Bolivia, que otro mundo es posible y cada vez más probable.
¡Viva el Evo!
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