MÉXICO, D.F., 17 de febrero.- 1. Por fin los panistas ya saben por qué están contra las bodas gay.
A partir de su aprobación en la Asamblea del DF, les tardó un mes completo sacar del puro rechazo atávico algún razonamiento. Para empezar, se prohibieron emplear razones “religiosas y morales”, acaso para evitar un diluvio de insultos, pero entonces se quedaron sin razones. Proscritas las de su padre el Papa Benedicto XVI y las de su madre, la moral de la Santa Madre Iglesia, tuvieron que peregrinar en calidad de huérfanos intelectuales de una tradición laica a otra, rogando por la caridad de un argumento no teológico.
La biología no se los dio. La biología ha registrado ya mil 500 especies donde la homosexualidad ocurre naturalmente. La psicología tampoco fue generosa. Los estudios recientes de las familias de la diversidad, es decir, las que no constan de padre y madre e hijos, muestran que los hijos de parejas del mismo sexo, biológicos y no, son sanos y se integran bien socialmente. Entonces acudieron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y en un sorprendente acto de congruencia, su presidente les avisó que no lograba ubicar a quiénes les daña sus derechos el que una pareja gay se case.
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A partir de su aprobación en la Asamblea del DF, les tardó un mes completo sacar del puro rechazo atávico algún razonamiento. Para empezar, se prohibieron emplear razones “religiosas y morales”, acaso para evitar un diluvio de insultos, pero entonces se quedaron sin razones. Proscritas las de su padre el Papa Benedicto XVI y las de su madre, la moral de la Santa Madre Iglesia, tuvieron que peregrinar en calidad de huérfanos intelectuales de una tradición laica a otra, rogando por la caridad de un argumento no teológico.
La biología no se los dio. La biología ha registrado ya mil 500 especies donde la homosexualidad ocurre naturalmente. La psicología tampoco fue generosa. Los estudios recientes de las familias de la diversidad, es decir, las que no constan de padre y madre e hijos, muestran que los hijos de parejas del mismo sexo, biológicos y no, son sanos y se integran bien socialmente. Entonces acudieron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y en un sorprendente acto de congruencia, su presidente les avisó que no lograba ubicar a quiénes les daña sus derechos el que una pareja gay se case.