De la reunión de ayer, tanto en la Cancillería como en Los Pinos, lo más importante y lo realmente de fondo es lo que no se dijo. Porque más allá de los discursos de “corresponsabilidad” y los lugares comunes, Hillary Clinton y con ella el gabinete de seguridad en pleno de la superpotencia mundial que sesionó por primera vez fuera del territorio de EU, podrán llegar hoy a Washington e informar a Barack Obama como Julio César informó al Senado romano: “Veni vidi vinci”.
Porque a cambio de venir a dejarnos un discurso repleto de frases hechas y falsos mea culpa, la hábil señora Clinton puso en manos de Calderón una propuesta que, en sus partes medulares, propone ampliar la participación de agentes de la DEA en territorio mexicano, en operativos e investigaciones oficiales contra el narcotráfico, acompañados de policías federales mexicanos que tendrán que cumplir un requisito básico: ser capacitados y certificados por Washington para poder participar en la “nueva visión” en el combate al narcotráfico, bajo la coordinación de los agentes estadounidenses.
Junto con eso van los otros “ejes” de una nueva estrategia conjunta cuyo contenido no ha sido informado completamente por el gobierno mexicano. Los detalles de los nuevos acuerdos son en los que habrá que detenerse, por ejemplo, la creación de dos programas “piloto” para volver a Juárez y El Paso, “ciudades espejo”, lo mismo que a Tijuana y San Diego, con una inversión millonaria, ¿significa cederles territorio y control político y administrativo de las fronteras más importantes de México?
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Porque a cambio de venir a dejarnos un discurso repleto de frases hechas y falsos mea culpa, la hábil señora Clinton puso en manos de Calderón una propuesta que, en sus partes medulares, propone ampliar la participación de agentes de la DEA en territorio mexicano, en operativos e investigaciones oficiales contra el narcotráfico, acompañados de policías federales mexicanos que tendrán que cumplir un requisito básico: ser capacitados y certificados por Washington para poder participar en la “nueva visión” en el combate al narcotráfico, bajo la coordinación de los agentes estadounidenses.
Junto con eso van los otros “ejes” de una nueva estrategia conjunta cuyo contenido no ha sido informado completamente por el gobierno mexicano. Los detalles de los nuevos acuerdos son en los que habrá que detenerse, por ejemplo, la creación de dos programas “piloto” para volver a Juárez y El Paso, “ciudades espejo”, lo mismo que a Tijuana y San Diego, con una inversión millonaria, ¿significa cederles territorio y control político y administrativo de las fronteras más importantes de México?