Las bancadas del PT, PRD y Convergencia en la Cámara de Diputados convocaron al foro de análisis y propuestas en torno a la Estrategia Nacional de Energía, el pasado lunes 22 de marzo, en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
El evento que tuvo por objeto analizar el proyecto de la estrategia nacional de energía, enviado por la secretaría de Energía (Sener), fue inaugurado por los coordinadores de las tres fracciones parlamentarias: Pedro Vázquez, Alejandro Encinas y Pedro Jiménez.
El artículo 33, fracción VI de la Ley Orgánica de al Administración Pública Federal, establece que cada año, el ejecutivo deberá enviar al Congreso dicha estrategia, con un horizonte a 15 años, misma que deberá ser ratificada por ese órgano legislativo.
Es de llamar la atención que el documento enviado por Georgina Kessel, fue elaborado por la empresa trasnacional McKinsey. Nos podemos imaginar claramente que carece de una mínima visión nacionalista. Antes de haberle otorgado ese contrato, la señora debería estar enterada de las atrocidades de dicha compañía. Por ejemplo, en 1992 valuó a los 18 bancos mexicanos que se privatizaron en 13 mil millones de dólares. Esa ganga pagaron los empresarios Roberto Hernández, Alfredo Harp, Manuel Gómez y Gómez, José Madariaga Lomelí, Antonio del Valle, Carlos Cabal Peniche, Ángel Isidoro Rodríguez (El Divino), Jorge Lankenau, Eugenio Garza Lagüera y otros más. Sin embargo, años más tarde tan sólo por la venta de Banamex, Roberto Hernández obtuvo 14 mil millones de dólares (además de no pagar impuestos).
Esas son las firmas internacionales a las que recurre el Gobierno ¿Cuánto pagó la Secretaría de Energía a McKinsey por la estrategia para México?
Por qué creer en Mckinsey, si ésta le cambió el sentido a Pemex al convertirla en una simple administradora de contratos y dejar de ser operadora y ejecutora de obra. Bajo sus “sabios consejos”, la empresa promovió que Pemex siguiera explorando y perforando.
Kessel conoce perfectamente el trabajo de McKinsey al contratarla para que elaborara su estrategia “nacional” de energía. Recordemos que hace algunos años, para las operaciones de Pemex en la Sonda de Campeche, se adquirió el artefacto naval “Yuum K’ak’náab”, que en maya significa “Señor de los Mares”. Esta unidad fue valuada por McKinsey.
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El evento que tuvo por objeto analizar el proyecto de la estrategia nacional de energía, enviado por la secretaría de Energía (Sener), fue inaugurado por los coordinadores de las tres fracciones parlamentarias: Pedro Vázquez, Alejandro Encinas y Pedro Jiménez.
El artículo 33, fracción VI de la Ley Orgánica de al Administración Pública Federal, establece que cada año, el ejecutivo deberá enviar al Congreso dicha estrategia, con un horizonte a 15 años, misma que deberá ser ratificada por ese órgano legislativo.
Es de llamar la atención que el documento enviado por Georgina Kessel, fue elaborado por la empresa trasnacional McKinsey. Nos podemos imaginar claramente que carece de una mínima visión nacionalista. Antes de haberle otorgado ese contrato, la señora debería estar enterada de las atrocidades de dicha compañía. Por ejemplo, en 1992 valuó a los 18 bancos mexicanos que se privatizaron en 13 mil millones de dólares. Esa ganga pagaron los empresarios Roberto Hernández, Alfredo Harp, Manuel Gómez y Gómez, José Madariaga Lomelí, Antonio del Valle, Carlos Cabal Peniche, Ángel Isidoro Rodríguez (El Divino), Jorge Lankenau, Eugenio Garza Lagüera y otros más. Sin embargo, años más tarde tan sólo por la venta de Banamex, Roberto Hernández obtuvo 14 mil millones de dólares (además de no pagar impuestos).
Esas son las firmas internacionales a las que recurre el Gobierno ¿Cuánto pagó la Secretaría de Energía a McKinsey por la estrategia para México?
Por qué creer en Mckinsey, si ésta le cambió el sentido a Pemex al convertirla en una simple administradora de contratos y dejar de ser operadora y ejecutora de obra. Bajo sus “sabios consejos”, la empresa promovió que Pemex siguiera explorando y perforando.
Kessel conoce perfectamente el trabajo de McKinsey al contratarla para que elaborara su estrategia “nacional” de energía. Recordemos que hace algunos años, para las operaciones de Pemex en la Sonda de Campeche, se adquirió el artefacto naval “Yuum K’ak’náab”, que en maya significa “Señor de los Mares”. Esta unidad fue valuada por McKinsey.
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