Arturo Rodríguez García
MONTERREY, NL., 15 de enero (apro).- Para Juan Carlos Caballero Vega, uno de los últimos combatientes vivos de la Revolución Mexicana, de nada sirvió la sangre derramada porque hoy, víctimas de políticos rateros y del mal gobierno, existe hambre y desolación en todo el país.
“Estamos rumbo del carajo, no vamos nada bien. Todo por culpa de éste hombre, el presidente Calderón. Estamos peor que en 1910, hace cien años la gente de alguna forma tenía para comer en el campo.
“Hoy, eso se acabó, ya no hay campo y en las zonas urbanas hay hambre y desolación; por eso, la gente tiene que organizarse para luchar contra el mal gobierno, contra sus políticos que son unos rateros, ahí tenemos el ejemplo del gobierno de Nati (Natividad González Parás, exgobernador de Nuevo León)”, indicó.
Con 109 años de edad, viviendo en un modesto asilo de ancianos al pie del Cerro de La Silla, Caballero Vega es lúcido. Ha sido objeto de documentales y reportajes sobre su participación en el ataque a Columbus de 1916, donde participó teniendo 15 años de edad.
Y a pesar de sus cataratas, está informado de lo que ocurre en estos tiempos: lo mismo critica la situación económica que la reforma energética, pues afirma que lee periódicos y escucha noticiarios, porque “son las injsuticias las que nos tienen en pie y atentos a lo que sucede”.
Lo que sucede no le gusta.
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“Estamos rumbo del carajo, no vamos nada bien. Todo por culpa de éste hombre, el presidente Calderón. Estamos peor que en 1910, hace cien años la gente de alguna forma tenía para comer en el campo.
“Hoy, eso se acabó, ya no hay campo y en las zonas urbanas hay hambre y desolación; por eso, la gente tiene que organizarse para luchar contra el mal gobierno, contra sus políticos que son unos rateros, ahí tenemos el ejemplo del gobierno de Nati (Natividad González Parás, exgobernador de Nuevo León)”, indicó.
Con 109 años de edad, viviendo en un modesto asilo de ancianos al pie del Cerro de La Silla, Caballero Vega es lúcido. Ha sido objeto de documentales y reportajes sobre su participación en el ataque a Columbus de 1916, donde participó teniendo 15 años de edad.
Y a pesar de sus cataratas, está informado de lo que ocurre en estos tiempos: lo mismo critica la situación económica que la reforma energética, pues afirma que lee periódicos y escucha noticiarios, porque “son las injsuticias las que nos tienen en pie y atentos a lo que sucede”.
Lo que sucede no le gusta.