Rosalía Vergara
MÉXICO, D.F., 19 de julio (Proceso).- Las demandas de Cayetano Cabrera y Miguel Ángel Ibarra –los electricistas que hasta el jueves 15 llevaban respectivamente 82 y 78 días en huelga de hambre– parecen sencillas: uno exige que se cumpla el convenio por el cual se nombra a la CFE como patrón sustituto del SME y el otro su reinstalación en la planta de Necaxa. Politizado el conflicto, ambas peticiones parecen inaceptables para el gobierno de Felipe Calderón, que ni ha volteado a verlos pero, en cambio, se congratuló por las medidas del régimen castrista que permitieron al disidente Guillermo Fariñas levantar su ayuno.
La vigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se consume igual que la vida de los huelguistas de hambre Cayetano Cabrera Esteva y Miguel Ángel Ibarra Jiménez, quienes ya padecen graves problemas de salud.
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La vigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se consume igual que la vida de los huelguistas de hambre Cayetano Cabrera Esteva y Miguel Ángel Ibarra Jiménez, quienes ya padecen graves problemas de salud.