En el marco del día No. 68 de la Huelga de Hambre del SME, hoy fue una muy buena tarde, una marcha muy nutrida y con bastante asistencia de diferentes gremios obreros y campesinos. Creo que una parte determinante para este nivel de afluencia fue el dictamen emitido ayer por la suprema corte relativo al caso Atenco. Personalmente, todavía no me la creo por entero. ¿Estoy sorprendida?: mucho; ¿confiada?: para nada. Lo acontecido ayer con Atenco no fue justicia, fue tan solo una migaja de justicia, pues nos deben muchas y además en TODOS los casos falta que se finquen responsabilidades a los verdaderos culpables, delincuentes, represores y asesinos, empezando, por supuesto, con la cabeza mal-puesta que me impusieron como presidente haiga sido como haiga sido.
Es un hecho que en México todavía no existe la justicia. Lo de Atenco lo celebro por los presos políticos, porque su lucha tuvo frutos después de cuatro largos y penosos años en donde ¡por fin! la presión social nacional e internacional tuvieron un efecto positivo, pero no más. No tengo nada más que celebrar, pues esto todavía no termina del todo.
Ahora, contamos los días para esperar el dictamen de esa misma corte respecto a la situación del SME y dadas las argumentaciones jurídicas, no hay de otra más que regresarle su empleo a los compañeros de este gremio, lo demás será marrullería, aunque ya estamos acostumbrados a que la corte nos de golpes infames, en cuyo caso, los que hemos estado lado a lado con estos aguerridos compañeros, estaremos atentos a lo que indique Martín Esparza como nuevos planes de acción, pues así como es un hecho que en México no hay justicia, también es un hecho que el SME no va a doblegarse, no después de casi nueve meses de lucha en donde han sido denostados, satanizados y humillados.
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Las imágenes de la tarde:
¿Quiénes son?: son los jubilados del SME, siempre tan atentos y platicadores de sus muy interesantes historias relativas al gremio. Aquí, para la foto mientras a lo lejos el contingente se acerca. La marcha ya comenzó...
Rostros, mantas, cartulinas, consignas y performances de la marcha...
Efectivamente, una imagen dice más que mil palabras. En este pequeñísimo performance, el SME se rodea de los que se quedaron para defenderlo, mientras un decreto de extinción lo ronda sin poderlo romper por entero. El pseudo-gobierno a eso apostaba: a que en menos de un mes todo Luz y Fuerza quedara verdaderamente liquidado. Pues ya ven que no...
Ya en el Zócalo...
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* El colofón: En el templete estuvieron presentes dos huelguistas y uno de ellos habló. Se escuchó cansado y agotado, su hablar era muy pausado. No me imagino qué siente y cómo se siente físicamente, ¿anímicamente?: mucho menos. Las emociones se me contraponen cuando de los huelguistas se trata...