Son muestras del desprecio que el espurio siente contra los trabajadores, tiene la intención de aprobar la reforma lo más pronto posible, pues necesitan cumplir las órdenes del capital extranjero
La construcción de un monumento para homenajear a los conquistadores españoles en la capital yucateca, no es otra cosa, sino la ratificación de las aspiraciones colonialistas de los políticos del PAN. Su desprecio al pueblo es tan grande que no tienen reparo de cinismo. Develar el monumento el último día de su administración además de ser una clara provocación para la administración municipal entrante, es el reconocimiento de que nunca gobernaron al servicio de las necesidades populares, y sí gobernaron para los intereses privados de la burguesía más conservadora de Yucatán. Por lo tanto, no se puede acusar al PAN de traicionar al pueblo, porque nunca jamás han estado al servicio de él.
A nivel federal el actual régimen panista muestra sus pretensiones de dar un nuevo golpe a los trabajadores mediante la reforma a la Ley federal del Trabajo. En plena crisis global la burguesía mexicana busca la liquidación del contenido progresista de la Ley Federal del Trabajo. Desde la década de los 80s se han realizado modificaciones a la Ley, pero ahora buscan de una vez por todas poner fin a los derechos de los trabajadores y adecuar la legislación laboral a las necesidades del mercado. La iniciativa de Ley promovida por el régimen espurio, representa una amenaza más para los trabajadores y sus organizaciones sindicales.
La iniciativa “Lozano” argumenta que ayudara a “Facilitar el acceso al mercado laboral y la creación de empleos”, en la realidad se busca reducir la contratación colectiva; facilitar los despidos; legalizar los periodos de prueba sin termino estipulado; no permitir la posibilidad de acceder a puestos laborales mejor remunerados (se elimina el escalafón ciego mediante el cual un trabajador tiene derecho a mejorar sus condiciones en base a su antigüedad); se busca eliminar el tabulador para flexibilizar las tareas del trabajador en beneficio del patrón; restringir la obligación del patrón para el pago de salarios vencidos. Esta reforma abre la puerta al despido al eliminar el requisito de la firma del trabajador en los proceso de recisión del empleo; excluye la obligación de pago por salarios vencidos superiores a los seis meses con lo cual un trabajador despedido injustamente no recibirá su pago al ser recontratado; se busca reducir los días de descanso obligatorio al dar la posibilidad de mover la fechas de descanso a criterio del patrón. Se fomenta el trabajo a destajo y de horas extras en beneficio del patrón al señalar que “el trabajador y el patrón podrán convenir el pago por cada hora de prestación de servicios”.
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A nivel federal el actual régimen panista muestra sus pretensiones de dar un nuevo golpe a los trabajadores mediante la reforma a la Ley federal del Trabajo. En plena crisis global la burguesía mexicana busca la liquidación del contenido progresista de la Ley Federal del Trabajo. Desde la década de los 80s se han realizado modificaciones a la Ley, pero ahora buscan de una vez por todas poner fin a los derechos de los trabajadores y adecuar la legislación laboral a las necesidades del mercado. La iniciativa de Ley promovida por el régimen espurio, representa una amenaza más para los trabajadores y sus organizaciones sindicales.
La iniciativa “Lozano” argumenta que ayudara a “Facilitar el acceso al mercado laboral y la creación de empleos”, en la realidad se busca reducir la contratación colectiva; facilitar los despidos; legalizar los periodos de prueba sin termino estipulado; no permitir la posibilidad de acceder a puestos laborales mejor remunerados (se elimina el escalafón ciego mediante el cual un trabajador tiene derecho a mejorar sus condiciones en base a su antigüedad); se busca eliminar el tabulador para flexibilizar las tareas del trabajador en beneficio del patrón; restringir la obligación del patrón para el pago de salarios vencidos. Esta reforma abre la puerta al despido al eliminar el requisito de la firma del trabajador en los proceso de recisión del empleo; excluye la obligación de pago por salarios vencidos superiores a los seis meses con lo cual un trabajador despedido injustamente no recibirá su pago al ser recontratado; se busca reducir los días de descanso obligatorio al dar la posibilidad de mover la fechas de descanso a criterio del patrón. Se fomenta el trabajo a destajo y de horas extras en beneficio del patrón al señalar que “el trabajador y el patrón podrán convenir el pago por cada hora de prestación de servicios”.