Desde Campeche una Colaboración de D.Diego R. PALMER FLORES
Recomendación o amenaza
¡Hay de aquellos que andan sembrando el odio y el rencor! Esta frase la escuche el día 5 de junio 2008 y sin duda la escucharon miles de tele auditorios que sintonizaron los canales televisivos de mayor cobertura nacional. La dijo el Jefe del Ejecutivo Federal.
No sé si esta expresión es una recomendación o una amenaza, pero recuerdo otras frases que están en la Biblia, cuando Jesús de Nazareth anduvo predicando el Evangelio por Tierra Santa (hoy no tanto) y los fariseos veían que su imperio se veía amenazado, pues ellos eran los únicos dueños de la verdad; dijeron lo mismo. Hay de aquellos que andan sembrando el odio y el rencor en las ovejas.
Millones de mexicanos en este momento se andan quejando que la gasolina cuesta más, el gas doméstico, la electricidad, el teléfono, los impuestos (el IETU), todos los alimentos y el escaso aumento de los salarios. ¿Será que este mensaje está dirigido a estos ciudadanos?
Se está llevando en el Senado de la República el Foro Nacional de Consulta sobre la privatización de la empresa Pemex, debate que se realiza del 13 de mayo al 22 de julio del 2008. Y por cierto tiene poca cobertura, ya que juristas, constitucionalistas e historiadores reconocen que se quiere violar la ley principal del país. ¿Será que se refiera a este tema?
El jefe de Gobierno del Distrito Federal convoca a la ciudadanía de ese territorio a una consulta, para saber si están de acuerdo que se privatice Pemex o no. ¿Será que esta decisión le incomodó?
O será que Felipe Calderón se molesta porque Andrés Manuel López Obrador anda recorriendo toda la República y el pueblo lo sigue legitimando y escucha el clamor de una economía nacional mal llevada, pues en estos dieciocho meses de gobierno en lugar de ir para adelante, se va para atrás.
Lo que deben entender los políticos de ahora es que la ciudadanía en el 2000 voto por el cambio, y están cansados de tanta corrupción, de tanta miseria, de simulación y tanto más de lo mismo; el neoliberalismo de estos últimos 30 años ha dejado pobreza y una desigualdad terrible. Sesenta millones de pobres y el rico más grande del mundo.
La élite como en los viejos tiempo del porfiriato, vive feliz, con unos sueldazos, con todas las comodidades y con un tráfico de influencias que ofende al más corrupto. Pero lo grave de esto es que el Jefe del Ejecutivo o su asesor, ve moros con trinchetes. Tal vez porque es más español que mexicano.
Es importante que sus allegados le soplen al oído y le digan que lo que está haciendo es incorrecto, porque no consulta a las bases, porque no tiene el sustento necesario que requiere la nueva población. Por eso es impopular.
La reforma a la Ley del Issste fue un golpazo a burócratas. Ahí están los millones de amparos.
La reforma hacendaria, una puñalada por la espalda al pueblo. Las protestas están en todas partes, tan cierto es esto que hay emergencia alimentaria, porque los precios de los alimentos de primera necesidad se han incrementado.
La Ley Electoral no dejó contento ni a los partidos políticos y menos a los dueños de las televisoras, que por cierto son dos megatelevisoras.
Y por último, la privatización de Petróleos Mexicanos que a todas luces atropella al artículo 27 constitucional y que pretende dejar a millones de mexicanos sin el patrimonio que la propia ley ordena.
Todo esto en 18 meses, y yo me pregunto, ¿Quien anda sembrando el odio y el rencor?