martes, 1 de julio de 2008

Calderón remata la petroquímica

En plena crisis alimentaria, la administración de Felipe Calderón intenta vender en el extranjero, sin licitación pública, las plantas de amoniaco de Pemex Petroquímica, insumo básico para la producción de fertilizantes. Como parte de su política privatizadora para que los procesos de la petroquímica los realicen consorcios nacionales y extranjeros, mantiene subutilizado más del 50 por ciento de la infraestructura de los ocho complejos de la subsidiaria.

Ana Lilia Pérez

El pasado 26 de mayo el presidente Felipe Calderón Hinojosa decretó la eliminación de aranceles para todos los fertilizantes nitrogenados y los insumos químicos para su producción. Se trata, dijo, de “medidas orientadas a impulsar la producción de alimentos y aumentar la productividad del campo mexicano”, para “proteger el ingreso y fortalecer la economía de las familias más pobres”.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, a mayo de este año –previo a la liberalización arancelaria–, el 60 por ciento de los fertilizantes que se utilizan en México, es decir, cerca de 3 millones de toneladas, llegan del mercado ruso y de las trasnacionales estadunidenses Cargill, IMC Global Inc., y Mosaicde; Terra Industries y Norsk Hydro, de Noruega, y Potash Corp., de Canadá.

Para las organizaciones campesinas, lejos de apoyar al sector agropecuario, la medida beneficiará a los grandes importadores de fertilizantes y condicionará al grueso de los agricultores a depender por completo del suministro externo y de los mercados internacionales. De acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional, durante 2007 el precio de los fertilizantes en el mercado internacional se incrementó en 122 por ciento, subiendo paulatinamente durante 2008. En 2009, estima el organismo internacional, el precio volverá a dispararse.

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