jueves, 17 de julio de 2008



México SA

Carlos Fernández-Vega

■ Obstinación en la reforma petrolera

■ Más contratos de la empresa de los Mouriño con Pemex

Que sí, que el PAN quiere “negociar” la “reforma” petrolera con otras fuerzas políticas; que está en “la mejor disposición para alcanzar acuerdos”, y que como innegable muestra de su buena voluntad para alcanzar tal objetivo ha puesto tres condiciones “básicas e irrenunciables”, es decir, las mismas que desde el pasado 8 de abril han provocado todo tipo de desencuentros y polarización en el Legislativo y la sociedad.

De acuerdo con el panista Cristián Castaño Contreras, vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, su partido negociará con una sonrisa y plena disposición siempre y cuando se mantengan intocadas las tres condiciones “básicas e irrenunciables”, todas ellas referentes a la impugnada cuan descarada participación del capital privado en la industria petrolera nacional, de acuerdo con los previsto en la “reforma” calderonista, o lo que es lo mismo lo que provocó la toma de tribunas, el sobrecalentamiento del ambiente político, el enfrentamiento y el abierto rechazo de dos de las principales fuerza políticas del país.

Si esa es la mejor interpretación de lo que panistas como Germán Martínez llaman “negociar”, pues mejor que ni la saquen a relucir, porque si algo terminó por romper el de por sí delgado hilo de los acuerdos legislativos fue la insistencia del inquilino de Los Pinos de privatizar áreas clave de la estratégica industria petrolera nacional. Entonces, si en Acción Nacional no han registrado de qué se trata y cuál es el balance, sería más productivo que se limitara a aceptar la derrota y retirara la iniciativa de “reforma” que, tras una inagotable cadena de errores y peores consecuencias, presentó Felipe Calderón al Senado de la República el pasado 8 de abril.

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