*Índice Político
Francisco Rodríguez
Don Porfirio
Domingo, 07 de Septiembre de 2008
LOS PERSONAJES CON el mismo nombre acapararon titulares periodísticos la semana que ayer concluyó. Desde el pasado y a través de grupos empresariales de Guanajuato, Porfirio Díaz encontró precisamente en la "guanajuatización" que el PAN intenta imponer en todo el país –allende las fronteras, si también pudieran— un retorno triunfal en el marco del Centerario de la Revolución Mexicana. Porfirio Muñoz Ledo, en nuestro caótico presente, pretende por su parte que en México se subsanen lagunas constitucionales, para hacer más democrático nuestro futuro.
En su tiempo, cada cual, se trata de dos modernizadores. Distintas épocas. Diferentes concepciones del poder y de sus usos mismos.
Díaz es ya inofensivo. Apenas si ícono de las derechas ultraconservadoras que, fuera de tiempo, añoran la certeza de la mano dura a través de la militarización plena que "controle" a la indiada… el "¡mátalos en caliente!"… la tienda de raya y la ausencia de derechos laborales tipo Wal-Mart en todas las industrias… la entrega de los recursos naturales a los extranjeros… la Iglesia que vuelva por sus fueros… la imposición del silencio a los periodistas a quienes sólo se diera permiso de halagar sin medida. Tiempos idos, ¡gracias a Dios!
Muñoz Ledo, en cambio, les ofende, los irrita, provoca cóleras y hasta una que otra des-invitación a una comida para la que tienen pase sólo quienes, a juicio del anfitrión, se porten bien. Propone quien también contendiera contra Vicente Fox por la gubernatura de Guanajuato, que se establezca la revocación de mandato y, para estrenar la nueva norma constitucional, se pregunte a la ciudadanía si el señor Felipe Calderón debe o no seguir ocupando la residencia oficial de Los Pinos.
Se vuelven locos quienes están a favor y los que están en contra de la exhumación de Díaz para, desde París, traer sus restos a solares mexicanos.
Se observan perturbados en exceso quienes anatematizan a Muñoz Ledo por traer a cuento "ideas exóticas" que son perfectamente normales en democracias de verdad consolidadas, pero del todo impropias en mal disfrazadas monarquías sexenales cual es la nuestra.
Porfirio Díaz exacerbó las situaciones al límite y la reacción social desencadenó una revolución.
Porfirio Muñoz Ledo también saca de quicio y provoca al conservadurismo que se torna reaccionario no sólo a sus propuestas, sino a cualquier movimiento que revolucione a nuestra aún imperfecta democracia.
Díaz, desde el cementerio parisino de Montparnasse, pareciera recordarnos una de sus frases: "el político que se deja caer como un harapo, no tiene derecho a levantarse jamás en su vida."
Muñoz Ledo, como Cioran, está "ávido de exceso y herejía’’, cual comienza el filósofo y moralista rumano unos de sus párrafos autobiográficos, lo cual no parece la afirmación de un reaccionario, sino de alguien que reaccionó, aunque en el delirio, contra los conservadores.
Dos Porfirio. Los dos con don. Don Porfirio Díaz y don Porfirio Muñoz Ledo. Dos épocas. Cada cual, en su tiempo, un modernizador.
www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com
APAGA LA TELEVISION, NO PERMITAS QUE ASESINEN TU MENTE E INFORMATE EN LOS MEDIOS ALTERNATIVOS.
YUNQUELAND ROMPIENDO EL CERCO INFORMATIVO.
http://www.yunqueland.com/
http://resisteacapulco.blogspot.com
.jpg)
.gif){kind=small}
.jpg)