Hace un mes me levanté pensando que al día siguiente era 12 de octubre y que nunca mejor día para recordar las palabras dichas por la Virgen del Pilar en el sentido de que “no quiere ser francesa y quiere ser capitana de la tropa aragonesa”. Rectifiqué la fecha aunque dejé lo que ya tenía escrito al respecto para el día siguiente 12 de septiembre. Pero hoy sí es 12 de octubre y pienso que México necesita una capitana para encabezar la tropa de la insurgencia mexicana. Y con esto no quiero decir que tenga que ser forzosamente una insurgencia armada. Esa es la que están buscando que se levante, para reprimir aún más al pueblo, el usurpador y sus camaradas de derecha extrema que tienen postrada llorando también a la Virgen Guadalupana.
Marx, más vigente que nunca, como dice bien Marcos Roitman Rosenmann. “…La respuesta a la crisis consiste en velar su causa, la irracionalidad de la explotación del hombre por el hombre y del hombre hacia la naturaleza. En ocultar el beneficio de las empresas trasnacionales, dueñas de las tecnologías y las patentes capaces, primero, de crear hambrunas en continentes enteros y, después, de llevar a la muerte a miles de niños obteniendo pingües beneficios para aumentar rendimientos en condiciones de monopolio. Empresas patrocinadoras de guerras espurias, de venta de armas, de trabajo infantil y de inmigración ilegal. Factores que coadyuvan para abaratar costes de producción y aumentar su control sobre gobernantes corruptos y dóciles…”.
Quizá tendríamos que dejar de ver de manera aislada los problemas que enfrenta el país y así los últimos crímenes cometidos en Chihuahua asociarlos a la siembra de maíz transgénico en ese estado, elegido por la Monsanto como el idóneo para contaminar el resto de la república y quizá incluso de Latinoamérica. A final de cuentas por dinero las transnacionales son capaces de las mayores atrocidades. El problema es cómo virarles la ecuación para que no ganen siempre las transnacionales.
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